SAN JOSÉ, Costa Rica.- La destitución del estadounidense Steve Sampson como entrenador de la selección de Costa Rica, en el arranque de las eliminatorias mundialistas y en vísperas de la Copa América (donde enfrentará a Chile, Brasil y Paraguay), repitió una tradición en el fútbol costarricense: la inestabilidad y los cambios de timón en medio de las fases clasificatorias.
Sampson fue cesado del cargo este lunes, pese a haber logrado el pase a la tercera fase de la ronda eliminatoria por la zona de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf).
El norteamericano había sido contratado hace 18 meses para que condujera el proceso con miras al Mundial de fútbol de Alemania 2006. Pero durante todo el proceso, enfrentó una serie de obstáculos que culminaron con su caída.
El último empujón para que fuera destituido fue la deficiente actuación de Costa Rica en la serie eliminatoria ante Cuba, en juegos disputados el 12 de junio y el domingo pasado.
Costa Rica lució como un equipo desarticulado, sin alma, y si poder de reacción. El pase lo logró gracias a la ventaja de goles como visitante.
En el periodo que separó los dos juegos, un verdadero aluvión de críticas cayó sobre el entrenador, hasta que el máximo jerarca de la federación de fútbol, Hermes Navarro, no resistió la presión y negoció con Sampson su salida.
Jugadores claves, como el delantero Paulo César Wanchope, del Manchester City de Inglaterra, y Rolando Fonseca, no pudieron ponerse al servicio del timonel, debido a lesiones.
Sampson argumentó, tras su destitución, que nunca contó con suficiente tiempo para preparar al plantel y dijo que le impusieron partidos amistosos en tierras lejanas, que desgastaron a los jugadores.
El hoy ex timonel costarricense señaló que los jugadores del seleccionado llegaron a la fase de preparación para los partidos contra Cuba con una condición física deplorable. Habían concluido un kilométrico campeonato local y retornaban de vacaciones, añadió.
Las lesiones de las estrellas, más algunos errores suyos, coadyuvaron al descenlace, reconoció el entrenador.
Sampson no es el primer técnico extranjero que corre esa suerte. En la anterior eliminatoria, pasaron por calvarios similares el colombiano Francisco Maturana y luego el brasileño Gilson Nunes. Al final, la toalla la levantó el brasileño nacionalizado costarricense Alexandre Guimaraes.
Guimaraes clasificó a Costa Rica al Mundial de Corea y Japón 2002, pero después de finalizado el certamen fue cesado tras entrar en roces con la cúpula de la federación.
Ahora su nombre también se menciona como un eventual "apagafuegos", al igual que el colombiano Jorge Luis Pinto.
Y si se remonta en la historia, para el Mundial de Francia 98 la misma suerte corrió el uruguayo Héctor Nuñez. Experiencia similar vivió además el argentino Horacio Cordero.
Hasta este martes, la selección estaba sin timonel. Destacadas figuras del equipo alegan estar "cansadas" y piden no ser convocadas a la Copa América. El entrenador del seleccionado olímpico, Rodrigo Kenton, también se resiste a llevar a ese equipo a Perú.
En medio de ese panorama, Costa Rica debe prepararse para recibir a Honduras, uno de sus acérrimos rivales de la región, el 18 de agosto, por el cuadrangular eliminatorio B.