WASQUEHAL.- Si los tramos de "pavés" (adoquines) fueron hoy los protagonistas de la jornada, el Tour, un año más, vuelve este miércoles a la especialidad de estética más notable: la contrarreloj por equipos.
La etapa, de 64,5 Kms, discurrirá entre las localidades normandas de Cambrai y Arras. Para la presente edición, la organización, buscando que la clasificación general no quede excesivamente damnificada, estableció una diferencia máxima de tres minutos para el último equipo clasificado en la etapa.
El segundo equipo perderá un máximo de veinte segundos, el tercero un máximo de treinta y así sucesivamente hasta los tres minutos como tope, que se descontarán al último equipo clasificado.
Con esta nueva medida se pretende suavizar el golpe para aquellos equipos menos dotados para la disciplina o para los que sufran caídas, averías o cualquier otro percance que haga que el conjunto no entre en meta con un mínimo de cinco corredores, como marca el reglamento.
Los directores españoles, prudentes, reaccionan positivamente ante tal medida, aunque no dejan de afirmar que si realizan una buena crono les perjudicaría.
La contrarreloj por equipos es una modalidad de una belleza extraordinaria, marcada por el colorido simétrico de vestimentas y bicicletas de los ciclistas.
Máxima coordinación y concentración son las claves para que el rendimiento sea el óptimo. El director debe estudiar con minuciosidad el recorrido. Algunos lo hacen varios días antes del comienzo de su disputa, y otros prefieren esperar la víspera por la tarde. Deben examinar los tramos más duros, las curvas peligrosas, los momentos en los que hay que dosificar para luego echar el resto.
Todo ello lo estudia y memoriza el director en su mente para transmitírselo a sus pupilos en la charla anterior a la disputa de la crono y, sobre todo, a través de la radio interna, cuando el corazón de los ciclistas ronde las 190 pulsaciones.
El orden con el que se colocan los corredores adquiere una importancia vital en esta disciplina.
Manolo Sáiz, director del Liberty Seguros, es un gran enamorado y conocedor de la especialidad, no en vano ha logrado dos victorias en 2000 y 2002. "Se trata de una contrarreloj corta si nos atenemos a los kilometrajes de las últimas ediciones, que siempre estaban rondando los setenta y pico kilómetros".
En cuanto a los favoritos, Sáiz apunta al equipo de Armstrong. "El US Postal es el máximo favorito al tener el equipo más potente para afrontar la crono. Nostros esperamos hacerla bien y a ser posible luchar por la victoria".
Roberto Heras, líder del equipo de Sáiz, ve con buenos ojos la nueva reglamentación de tiempos perdidos. "El hecho que la pérdida máxima sea de tres minutos, hace que se equilibre un poco más. Particularmente creo que entre los que vayan a disputarla no debe haber muchas diferencias. Va a influir bastante y anímicamente es muy importante, si se gana muchísimo mejor", dice Heras.
Eusebio Unzúe, director del Illes Balears, no le teme. "No es excesivamente dura e intentaremos mejorar la buena crono que hicimos el año pasado", apunta. Mientras, su líder, Paco Mancebo, también se muestra confiado. "Tenemos uno de los mejores equipos de los últimos años para afrontar la crono. Además todo el equipo tiene experiencia en esta especialidad. Creo que podemos estar ahí delante, muy cerca del equipo ganador o, quien sabe, igual damos la sorpresa", afirma el reciente campeón de España.
Uno de los equipos que sale más beneficiado del nuevo reglamento es el Euskaltel-Euskadi. Más aún cuando cuentan con un ciclista menos por la exclusión de Gorka González un día antes del inicio del Tour. Años atrás la crono por escuadras se convertía en un auténtico suplicio para el equipo vasco. Habrá que ver cómo se recupera el equipo tras la caída hoy de sus líderes Iban Mayo y Haimar Zubeldia, que perdieron casi cuatro minutos.
Para su director, Julián Gorospe, la limitación de tiempos perdidos es una buena medida. "Obviamente nos beneficia. De todas formas vamos a dar el máximo y a intentar evitar perder mucho más tiempo".
Euskaltel tratará de hacer una buena crono para evitar que Mayo y Zubeldia se distancien aún más y se recuperen anímicamente para presentar batalla en lo que resta del Tour.