BUENOS AIRES.- El ídolo fubolístico argentino Diego Armando Maradona se reunió hoy con el presidente Néstor Kirchner en la Casa de Gobierno, donde se montó un fuerte dispositivo de seguridad para evitar el asedio de decenas de reporteros y periodistas.
Maradona, de 43 años, llegó a la Casa Rosada acompañado de una de sus hijas y su médico personal, Alfredo Cahe, para exponerle a Kirchner las trabas judiciales que tiene para salir del país y continuar su tratamiento de desintoxicación en una clínica de Cuba o Suiza.
Más delgado y sin hacer declaraciones a la prensa, el ex capitán de la selección argentina llegó a la sede del Ejecutivo desde la clínica de la localidad bonaerense de Ituzaingó, donde desde el 9 de mayo realiza un tratamiento de rehabilitación por su adicción.
Maradona aseguró que quería hablar con el presidente para que constate su actual estado de salud. "La gente no tiene idea de cómo estoy. No soy un tarado, ni estoy loco o inhabilitado", afirmó Maradona, según narró su médico personal.
"Todos se creen que prácticamente vivo en coma y no es para nada cierto. Ya bajé como treinta kilos y por eso quiero que Kirchner me vea, que conozca cómo estoy y cuáles son mis intenciones para seguir tratándome", agregó el ex capitán de la selección argentina, siempre según el profesional.
El ex jugador quiere continuar su tratamiento en el exterior, ya sea en las clínicas cubanas El Quinqué y Cesam, sin costo alguno y por pedido expreso del presidente Fidel Castro, o en otras especializadas de Suiza.