Kelly Holmes celebra su triunfo en los 800 metros.
ATENAS.- La británica Kelly Holmes arrebató a su amiga mozambiqueña María Mutola la corona olímpica de 800 metros, con un esprint agónico que concluyó en 1:56.38 minutos, como remate a una carrera en la que cinco atletas bajaron de 1:57.
Mutola, que había ganado todas las grandes competiciones desde los Juegos Olímpicos de Sydney, desembocó en la recta final por delante del grupo, pero en los últimos metros se quedó clavada y fue perdiendo posiciones hasta quedar, incluso, fuera del podio.
La carrera fue lanzada a un ritmo feroz (56.37 en los primeros 400) por la estadounidense Jearl Miles Clark, que obligó a Mutola a hacer un gran esfuerzo para llegar bien colocada al esprint.
Holmes viajó por el carril que abría Mutola en su progreso y la ejecutó ante la tribuna de honor. Por detrás, la marroquí Hasna Benhassi, campeona mundial en sala de 1.500 en 2001, y la eslovena Jolanda Ceplak, plusmarquista mundial bajo techo, llegaron a tiempo de colgarse las otras dos medallas.
Estados Unidos, como viento en 400 metros
Los atletas estadounidenses consiguieron una presentación redonda en la prueba masculina de 400 metros planos, al llevarse las tres medallas en disputa.
Jeremy Wariner se colgó la presea dorada con un tiemp de 44.00 segundos, seguido por sus compatriotas Otis Harris (44.16) y Derrick Brew (44.42), ganadores de la plata y bronce, respectivamente.
En otra prueba de la jornada, el húngaro Robert Fazekas estableció un nuevo récord olímpico en el lanzamiento del disco, al anotar 70.93 metros durantes las finales para llevarse el oro.
El lituano Virgilijus Alekna ocupó el segundo lugar con 69.89, mientras que el también húngaro Zoltan Kovago se colgó la presea de bronce con 67.04 metros.