BUENOS AIRES.- La llegada a Buenos Aires de un escrito del Centro de Salud Mental de La Habana (CENSAM), en el que se asegura la internación en una comunidad terapéutica cerrada, habilitará el viaje a Cuba de Diego Armando Maradona.
Diversos medios argentinos informan hoy que el juez Norberto García Vedia recibió el documento original que estaba reclamando de los médicos cubanos, por lo cual quedaría eliminado el principal obstáculo para levantar la prohibición legal que había para que dejara la clínica psiquiátrica de Buenos Aires, donde está internado.
"La semana próxima estará viajando a Cuba" publicó hoy el diario Clarín citando fuentes judiciales que no identificó, mientras que la agencia local Télam también considera inminente el viaje.
Para Télam, la clínica CENSAM de La Habana es el centro que tiene la mayor posibilidad de ser el nuevo destino de internación, para continuar el tratamiento por su adicción a las drogas.
Agrega que "el lugar es una clínica administrada por militares pertenecientes al Ministerio del Interior y ubicada en la localidad de Jaimanitas, a pocos metros de donde se supone que vive el presidente cubano Fidel Castro, una zona muy vigilada y controlada".
Aparentemente Maradona viajará acompañado por su médico personal, Alfredo Cahe, y por su padre. El ex futbolista tendrá que permanecer sometido a un riguroso régimen, al menos durante los próximos tres meses.
Igual que una fuente cubana consultada por dpa esta semana en Buenos Aires, la doctora Rocío Queral, gerente de atención a extranjeros de la institución, dijo a Télam que "las decisiones (acerca de la internación del astro) se toman a altos niveles", sin dar mayores precisiones sobre una presunta llegada del ídolo.
El complejo Cocal-Quinque en la oriental provincia de Holguín, ubicado a unos 750 kilómetros de La Habana, sería otro de los lugares que se manejan, aunque no tiene las características del CENSAM.
Diego Maradona se radicó en La Habana desde comienzos del año 2000 cuando una descompensación cardiorrespiratoria lo tuvo al borde de la muerte, mientras estaba de vacaciones en el balneario uruguayo de Punta del Este.
En marzo de este año llegó a Buenos Aires a visitar a sus amigos y familiares, pero el 18 de abril volvió a sufrir una crisis y fue internado en la clínica Suizo-Argentina.
Estuvo allí hasta el 29 del mismo mes, cuando decidió retirarse bajo su responsabilidad y la de su médico personal, pero seis días después tuvo otra crisis y el 5 de mayo volvió a la Suizo Argentina.
El 9 de ese mes sus familiares decidieron internarlo en la clínica psiquiátrica del Parque, en las afueras de la capital porteña, donde permanece internado hasta hoy.
Desde un primer momento Maradona reclamó por todos los medios que le permitieran volver a Cuba, pero tres de sus hermanas presentaron un recurso ante la justicia civil y el magistrado García Vedia llegó a decir públicamente que tenía su facultad de decisión alterada.
El 12 de agosto Maradona pidió reunirse con el presidente de la nación, Néstor Kirchner, pero aparentemente no tocaron este tema, y a la semana siguiente apareció en un canal de televisión, asegurando que no está loco y diciendo que en esta batalla estaba perdiendo por nocaut.
El domingo 29 de agosto sorprendió con una aparición en el estadio de Boca Juniors, donde le entregó una plaqueta a Carlos Tevez, el artillero olímpico de Argentina y después se instaló en su palco, para ver el partido mientras fumaba un habano.