NUEVA YORK.- El suizo Roger Federer jugará mañana contra el australiano Lleyton Hewitt la final del US Open de tenis, después de derrotar en semifinales al británico Tim Henman.
Federer batió a Henman por 6-3, 6-4 y 6-4 en una hora y 45 minutos de juego, por lo que mañana se verá las caras con Hewitt, que más temprano había superado al sueco Johansson.
Será la decimotercera vez que se midan el australiano y el suizo. El balance favorece a Hewitt por 7-5, pero los tres últimos choques, todos este año, fueron para Federer: octavos de final de Australia, semifinales de Hamburgo y cuartos de Wimbledon. Cuando se encontró con Hewitt en 2004, Federer no sólo venció, sino que acabó ganando el torneo.
Federer dio toda una exhibición de precisión para ganar a Henman, que también le dominaba (6-2) en sus enfrentamientos particulares. El suizo es el gran favorito, porque está en su gran año. Ya ganó el Abierto de Australia y Wimbledon, además de otros seis títulos, y si conquista en Nueva York su primer US Open, se convertirá en el primero desde el sueco Mats Wilander en 1988 en alzarse con tres "grandes" en el mismo año.
El suizo llega además con un impresionante récord en finales, al haber ganado las diez últimas que disputó. Tampoco perdió jamás una final de Grand Slam y si vence mañana será el primero de la historia en ganar sus cuatro primeras finales de "majors". Pero Federer no piensa en los récords: "No quiero tener más presión".
Al frente tendrá a un Hewitt que no jugaba una final de Grand Slam desde que ganó Wimbledon 2002, pero que está en una forma espectacular: no perdió aún un set en el torneo, y ante Johansson fue un coloso.
"Es una gran oportunidad para mí jugar realmente por el título acá otra vez", afirmó el australiano. "Obviamente, contra Roger, el número uno del mundo, tendré que jugar un gran tenis. Pero siento que estoy jugando bien y me doy buenas posibilidades".
Tras dominar el ranking mundial en 2001 y 2002, y caer en 2003 por culpa de sus amargos enfrentamientos con la ATP, Hewitt confirmó accediendo a la final que está de regresao en la elite.
"Sabía que no estaba lejos (de volver). Y me gusta jugar en el US Open. Creo que las condiciones, el ambiente me van muy bien. Y la superficie se ajusta a mi juego", agregó el australiano.
El propio Federer alabó las virtudes de su rival: "Es muy duro físicamente, en las últimas semanas fue el más sólido de todos los jugadores". Efectivamente, Hewitt llegó a Nueva York tras haber jugado la final de Cincinnati y ganar Washington y Long Island.
Como Hewitt, Federer también reivindicó su esfuerzo en el duelo de hoy, pese a lo abultado del marcador. "Puede parecerlo, pero no fue sencillo", dijo. El suizo jugó un tenis impecable contrarrestando las constantes subidas a la red de Henman, que por sexta vez se quedó a las puertas de su primera final de un Grand Slam.
"Uno intenta contrarrestar sus poderes y encontrar sus puntos débiles, pero es muy difícil, porque es muy completo", afirmó Henman.
El número uno mundial aprovechó cinco de los siete puntos de quiebre de que dispuso, mientras que Henman sólo logró romper el saque del suizo cuando ya perdía por 5-2 en el tercer set. Si mañana está igual de perfecto, según Henman, es el favorito. "Creo que mañana demostrará por qué es el número uno", manifestó.