MADRID.- El accidente sufrido el martes por Carlos Sainz en los reconocimientos previos al Rally de Australia le impedirá tomar la salida este jueves en su última carrera como piloto profesional, ya que los médicos le han desaconsejado conducir para no agravar la lesión que padece en las vértebras cervicales.
El Rally de Australia iba a ser la prueba número 195 y última de Carlos Sainz en el Mundial, pero el accidente que sufrió el martes le ha privado de despedirse en una prueba en la que iba a salir "con más ganar de ganar que nunca".
Sainz tuvo que ser trasladado el martes a un hospital de Perth para someterse a diversas pruebas médicas. Después recibió el alta, pero los exámenes de hoy han desaconsejado la presencia del bicampeón mundial español en la carrera, debido al elevado riesgo de agravar la lesión.
El Mundial ya tiene ambos títulos decididos (pilotos y marcas), en favor del compañero de Sainz, el francés Sebastien Loeb, y su equipo Citroen.
Así, Loeb tratará de despedirse del campeonato con una victoria con la que poner broche de oro a su más brillante temporada, aunque para ello deberá frenar el empuje, esta vez sobre tierra, del estonio Markko Martin (Ford), ganador de las dos últimas carreras, ambas sobre asfalto (Córcega y Cataluña).
Sin embargo, las condiciones de la carrera de Australia son totalmente distintas de las que se han visto en Córcega y España. Resbaladizas pistas de tierra sustituirán al asfalto de gran adherencia de las pruebas mediterráneas, y las anteriores actuaciones de Martin en Australia se limitan a una quinta posición en 2002 y dos abandonos en sus otras participaciones.
También es candidato al triunfo el noruego Peter Solberg (Subaru), campeón mundial en 2003 y ganador hace un año en Australia, que cuenta con un coche muy rápido en tierra. Además, los neumáticos Pirelli funcionan muy bien en este tipo superficie.
Una segunda victoria consecutiva le aseguraría a Solberg la segunda posición del campeonato, a la que aspira Markko Martin, que está sólo tres puntos por detrás del piloto de Subaru.
Otro claro favorito es el finlandés Marcus Gronholm (Peugeot), ganador en Australia en 2000, 2001 y 2002. El escandinavo es casi invencible en este tipo de superficie, rápida, resbaladiza y sin posibilidad de errores, y confía en que la potencia del Peugeot 307 le ayude a conseguir su cuarta victoria en Australia.
Este año se rompe la tradición y Australia sustituye a Gran Bretaña como escenario del cierre de temporada. Las principales características de la prueba son sus tramos rápidos y estrechos con árboles a los lados que los coches pasan rozando a gran velocidad, y la capa superior de pequeñas piedras redondas que los primeros coches tienen que limpiar en beneficio de los que salen a continuación.
El recorrido total será de 1.426,56 kilómetros, 388,25 de ellos correspondientes a los últimos 25 tramos cronometrados de la temporada.