BERLÍN.- El seleccionador uruguayo Jorge Fossati aseguró hoy que sus jugadores "extranjeros" están con "una voluntad bárbara" y llenos de motivación para trabajar y enfrentar lo que queda de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de Alemania 2006.
"Me encontrado a muchachos felices de reencontrarse con sus compañeros y con una voluntad bárbara de trabajar de cara al difícil partido que tenemos por delante", afirmó Fosatti desde la concentración especial de Uruguay en Duisburgo (oeste de Alemania), refiriéndose al encuentro de marzo próximo ante Chile, en Santiago.
Fosatti decidió reunir en la ciudad alemana a un grupo compuesto en su mayoría por jugadores que militan en clubes europeos y sólo llevó a cuatro que juegan en clubes uruguayos.
"Hubiera querido traer más jugadores de Uruguay pero no fue posible porque muchos tienen compromisos con la Copa Libertadores", explicó el seleccionador.
La decisión de hacer en Europa la convocatoria especial, de cara al partido del 26 de marzo contra Chile, se debió a que era la única forma de reunir a buena parte de los "extranjeros" que militan en el viejo continente.
"Es como la historia de que si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Si los jugadores no pueden ir con más frecuencia a la selección la selección tiene que venir a ellos", explicó Fosatti.
En cuanto al trabajo que realizarán, el técnico dijo que además de entrenar en el campo y de jugar un partido amistoso con el Duisburgo, líder actual de la segunda división alemana, se analizarán varios videos, entre ellos uno del último partido internacional de Uruguay.
Con respecto a la eliminatoria, Fosatti señaló que aunque Uruguay debiera clasificar al Mundial por la gran generación que tiene actualmente es claro que la lucha está muy cerrada.
"Estamos jugando una eliminatoria atípica. Nunca había visto una eliminatoria tan apretada", dijo y recordó como entre el cuarto y el penúltimo sólo hay cuatro puntos de diferencia cuando ya se ha jugado un 60 por ciento del torneo.
Para Fosatti, esa situación hace que, con excepción de Brasil y Argentina, cuya clasificación da por descontada, cualquiera de los otros equipos tiene opción de clasificarse y a la vez corre el peligro de quedarse por fuera.