
ZARAGOZA.- El Barcelona, liderado por un gran Ronaldinho, sobrevivió al ambiente hostil que se encontró en Zaragoza al vencer por 4-1, un triunfo que le permitió aumentar a siete puntos su diferencia sobre el Real Madrid, que juega mañana.
Se preveía un ambiente duro en La Romareda, después de una semana donde se habló mucho de los errores arbitrales, y este encuentro, que abrió la 23ª jornada de la liga española, prolongará la polémica por algunas decisiones señaladas por el árbitro, Carmona Méndez. Pero lo que al final quedará fue el importante triunfo del Barcelona.
Si el Zaragoza tenía un plan, éste se le vino abajo en apenas dos minutos, cuando el central paraguayo Delio Toledo marcó en su propia portería, tras un mal entendimiento con el joven portero Rubén.
Este gol congeló a la hinchada zaragocista, que había recibido al juez con 11.000 tarjetas rojas en protesta por los arbitrajes recibidos por su equipo. El Barcelona se asentó con sobriedad sobre el campo y se limitó a esperar sus ocasiones, que llegaron al contraataque, aprovechando una defensa rival muy adelantada.
Víctor Fernández, el técnico zaragocista, formó un equipo sin un delantero claro. A cambio, llenó su alineación de mediapuntas, con el argentino Luciano Galletti, el brasileño Savio y el español Cani.
El técnico barcelonista, Frank Rijkaard, reaccionó con inteligencia y quitó a Ronaldinho de la banda izquierda para situarlo en el centro del campo junto al mexicano Rafael Márquez. Y el brasileño lideró a su equipo con excelentes pases profundos.
Con el segundo gol barcelonista, a la media hora del partido, se reabrió la polémica. Ronaldinho envió un gran balón hacia la carrera del camerunés Samuel Eto’o, en posible fuera de juego. El delantero africano cedió a Ludovic Giully, quien anotó libre de marca. Y La Romareda comenzó a arder.
La sentencia llegó diez minutos después, en una genialidad de Ronaldinho. El brasileño jugó un gran balón por arriba de la defensa zaragocista para la carrera de Eto’o, quien levantó por encima de Rubén en lo que fue el tercer tanto del equipo azulgrana.
La primera parte se cerró con más lío. La hinchada zaragocista se puso en pie para protestar un derribo del portero barcelonista Víctor Valdés sobre Cani en el área azulgrana que pareció claro. Casi pareció un milagro que el árbitro alcanzara los vestuarios, tal era la ira de la afición local.
El partido estaba sentenciado y el Barcelona se tomó la segunda parte con el interés mínimo, consciente de su ventaja y de la importancia de su resultado.
El Zaragoza aplicó dignidad a su actuación y peleó por reducir las diferencias, aunque siempre disparó con balas de fogueo. Ni siquiera tuvo la suerte de cara, como se demostró en el minuto 53, cuando el mediocentro José Maria Movilla envió al palo un lanzamiento desde la frontal del área.
El conjunto local alimentó sus esperanzas en el minuto 62, cuando Galleti marcó el gol local gracias a un potente lanzamiento que sorprendió a Valdés.
Pero Márquez rescató a su equipo de la zozobra con un espectacular gol en el minuto 71, gracias a un precioso remate de cabeza que entró en la portería zaragocista tras tocar en el palo.
Este tanto acabó por matar un partido extraño, vivido con enorme crispación. El Barcelona sobrevivió a un ambiente profundamente hostil y se llevó un triunfo fundamental que le carga de moral.
Resumen de la 23ª jornada
Sábado:
Zaragoza 1 - Barcelona 4
Valencia 1 - Deportivo La Coruña 2
Domingo:
Racing Santander - Real Sociedad
Athletic Bilbao - Betis
Osasuna - Real Madrid
Espanyol - Getafe
Numancia - Málaga
Mallorca - Albacete
Atlético Madrid - Levante
Sevilla - Villarreal