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La "clase obrera" llega al Real Madrid con García y Diogo

Los uruguayos fueron presentados oficialmente hoy por el conjunto merengue, que ahora se abocará a cerrar la llegada de Robinho.

11 de Julio de 2005 | 09:58 | DPA
MADRID.- Los uruguayos Pablo García y Carlos Diogo firmaron hoy sus respectivos contratos con el Real Madrid, una firma que implica el desembarco de la "clase obrera" en un club que rompió con su filosofía de fichajes "galácticos" para apostar por dos jugadores guerreros.

El palco del estadio Santiago Bernabéu quedó desprovisto del "glamour" que acompañó a las presentaciones anteriores de futbolistas como Zinedine Zidane, Ronaldo o David Beckham, y la ceremonia apenas duró 15 minutos.

Aun así, el Real Madrid cuidó el detalle, y en la breve ceremonia estuvieron presentes Florentino Pérez, su presidente, Alfredo di Stefano, presidente de honor, y Arrigo Sacchi, director de fútbol. Además, el club español llamó a Héctor Núñez, ex seleccionador uruguayo, para arropar a sus compatriotas.

José Emilio Santamaría, el jugador uruguayo más ilustre en la historia del Real Madrid, se encargó del discurso de bienvenida. "Me enorgullece presentar a dos compatriotas que, además, son excelentes personas y ya han demostrado que saben jugar al fútbol. Deseamos que estén a la altura del reto", manifestó.

García, de 28 años, llega procedente del Osasuna, donde fue el líder del equipo del mexicano Javier Aguirre, y firmó por cuatro temporadas, mientras que Carlos Diogo, ex jugador de River Plate y próximo a cumplir 22 años, se comprometió por cinco años.

Pérez no ocultó que sabe el tipo de jugadores que acaba de fichar, y en su discurso abundaron palabras como "trabajo, esfuerzo, entrega, valentía y orgullo". Nada que ver con frases del estilo "ha nacido para jugar en el Real Madrid", pronunciadas en las presentaciones de Zidane o Beckham.

"El fútbol en el Real Madrid exige altas dosis de entrega y energía. El fútbol en Uruguay tiene un componente de compromiso y genera jugadores valientes y orgullosos. Y esos valores también los tiene el Real Madrid", manifestó Pérez.

El club blanco no oculta que el desembarco de la "clase obrera" ya es un hecho después de cinco años -los que lleva Pérez al frente de la entidad- donde el único modelo válido era el de superestrellas vendedoras de camisetas. Quizá por consejo de Sacchi o Vanderlei Luxemburgo, el técnico, el Real Madrid varió su política deportiva, y ahora busca un mayor equilibrio en un plantel lleno de delanteros.

Di Stéfano fue el encargado de entregar las camisetas a los nuevos fichajes durante la brevísima presentación. García lucirá el dorsal 12, pues el 5, su favorito, es propiedad del intocable Zidane, mientras Diogo llevará el 21.

"Este es un sueño hecho realidad. Defenderé esta camiseta a muerte y espero devolver al club sobre el campo toda la confianza que me demostró para traerme", fueron las únicas palabras pronunciadas por García.

El mensaje de Diogo fue igualmente escueto y rutinario: "Estoy muy feliz de estar acá. Trataré de rendir y darlo todo para que el equipo gane títulos".

Una vez que el Real Madrid consiguió a sus "guerreros", un mediocentro y un lateral, todos los esfuerzos del club irán destinados a contratar al menos a un "galáctico" que regenere la ilusión de una hinchada que lleva dos años sin celebrar títulos importantes. El brasileño Robinho está cada vez más cerca, y no se descarta la llegada de otra superestrella.