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González aumentó la ilusión en el US Open

El chileno eliminó a palos al ruso Dmitry Tursunov y en tercera ronda se verá las caras con el argentino David Nalbandian.

02 de Septiembre de 2005 | 22:18 | El Mercurio en Internet
  • Especial US Open 2005

    SANTIAGO/NUEVA YORK.- Tras dos horas y 15 minutos de partido, el chileno Fernando González (23° de la ATP) se sacó de encima otro fuerte rival, el ruso Dmitry Tursunov (138°) y avanzó a la tercera ronda del US Open.

    González batalló contra el potente servicio del europeo y a palos lo eliminó en cuatro sets: 6-4, 3-6, 6-4 y 6-3.

    En la siguiente fase, probablemente el domingo, el santiaguino se medirá con el argentino David Nalbandian, quien superó al holandés Peter Wessels por 7-6(4), 1-6, 6-2 y 7-6(4).

    Le salió duro Tursunov a González, dejando en evidencia que su ranking es muy mentiroso. Con un primer servicio que promedió los 196 kkm/h, un juego bastante clásico y un despliegue físico a prueba de matasanos, el ruso le puso la la valla alta al chileno. Y éste respondió a gran altura.

    Con 48 tiros ganadores, contra 31 de su rival, y un primer saque que alcanzó el 61%, González se la jugó en su ley, aunque matizando con pelotas con slice y un segundo servicio con mucho bote.

    Un quiebre necesitó en la primera manga para obtener su primer triunfo parcial. Tursunov le pagó con la misma moneda en el segundo set, pero González fue poco a poco minando el juego de su adversario.

    Quiebres en el cuarto y décimo juegos le ayudaron a ganar la tercera manga. Y en la cuarta, dos tempraneros quiebres le permitieron colocarse 4-0. Tursunov dio batalla, quebró y se puso 2-4, pero a González le bastó afirmar su servicio para cerrar el partido.

    La tercera ronda ante Nalbandian se ve aún más complicada. El oriundo de Córdoba se siente a gusto en Flushing Meadows, pero en su anterior actuación, en Cincinnati, perdió precisamente ante González.

    Fue la segunda victoria del chileno sobre Nalbandian (3-6, 6-1 y 6-2) en siete juego entre ambos, aunque el dominio del argentino estaba cimentado más en arcilla que en pisos duros.
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