DÜSSELDORF.- Los entrenadores desean más tiempo para meditar el equipo que llevarán al Mundial de Alemania 2006, según expresaron hoy mayoritariamente en la reunión de trabajo celebrada en Düsseldorf.
En lugar del 15 de mayo, como estaba previsto hasta ahora, los técnicos pretenden entregar la nómina de 23 futbolistas a finales de mes o principios de junio, de forma que tengan más tiempo para observar la forma de los jugadores o puedan reaccionar ante una lesión de última hora. El Mundial arranca el 9 de junio en Munich y termina un mes después en Berlín.
La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) decidirá sobre la propuesta el 16 de marzo en Zürich. "Creo que la postergación de la fecha tiene mucho sentido", dijo el seleccionador brasileño, Carlos Alberto Parreira, tras el cierre de la reunión de dos días convocada por el comité organizador, en la que estuvieron la mayor parte de los técnicos mundialistas.
Ausentes estuvieron, entre otros, los entrenadores de España, Argentina y México, Luis Aragonés, José Pekerman y Ricardo La Volpe, respectivamente. El argentino fue protagonista del sorteo del 9 de diciembre, debido a que fue el único que no se presentó. En esta ocasión, sin embargo, la atención se la llevó el técnico local, Juergen Klinsmann, que viajó a Estados Unidos para ver a su familia en lugar de asistir a los seminarios.
"No todo debe centrarse en Klinsmann", se quejó el vicepresidente del comité organizador, Wolfgang Niersbach, un día después de que su superior, Franz Beckenbauer, asegurara que como técnico local "debería estar aquí".
El segundo entrenador, Joachim Löw, fue el encargado de representar a Alemania, pero tampoco apareció, al parecer por estar enfermo, en la "foto de familia" que se hicieron los técnicos, entre ellos 21 seleccionadores y varios técnicos asistentes como el mexicano Francisco Ramírez o el holandés Johan Neeskens, ayudante de su compatriota Guus Hiddink en Australia.
Entre las críticas, Klinsmann se llevó al menos una victoria, pues su propuesta de retrasar la fecha de designación del equipo fue ampliamente apoyada por sus colegas.
La armonía reinó en el lujoso ambiente del Hilton de Duesseldorf, ciudad que no albergará ningún partido mundialista, en el que se trataron desde temas organizativos, médicos o de doping, hasta aspectos más futbolísticos.
"Estoy seguro de que habrá una gran organización", dijo Parreira, al que secundaron técnicos como el sueco Sven-Goran Eriksson, que salió hoy raudo rumbo a España para asistir a la vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones entre Barcelona y Chelsea. "Espero una muy buena competición y una excelente organización. Tengo muchas ganas", dijo el seleccionador de Inglaterra.
La FIFA aprovechó el encuentro para aleccionar a los técnicos sobre las modificaficaciones en la aplicación del reglamento acordadas por la International Board. No sólo la simulación y la pérdida de tiempo se castigarán de manera más estricta, sino que todo juego brusco, codazo o entrada dura por detrás supondrán las expulsión inmediata.
"Los entrenadores no estábamos de acuerdo con todo, pero el mensaje está claro", reconoció Parreira.
De momento todo parece discurrir según lo previsto en Alemania. "No escuché a nadie quejarse. Tengo que elogiar a la organización", dijo el presidente de la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA), el sueco Lennart Johansson. Mientras, el comité organizador se muestra optimista. "No hablamos de una organización perfecta, pero sí buena. Hablamos de mil detalles. Nadie puede ahora decir que estaba mal informado. Nadie salió de aquí más ignorante", dijo Niersbach.