MADRID.- con una actuación redonda del brasileño de Cicinho, el Real Mdrid goleó 4-0 al Deportivo La Coruña, lo que situó al equipo blanco en la segunda posición de la clasificación, a 11 puntos del Barcelona, su próximo rival en Liga.
Esta jornada fue muy favorable para los intereses madridistas, pues el Real Madrid fue el único de los cuatro primeros clasificados que sumó un triunfo. El Osasuna y el Valencia perdieron y ahora el equipo blanco aventaja en dos puntos a los navarros y en cuatro a los levantinos.
El Real Madrid concedió un día de fiesta a su sufrida afición y tuvo el partido más cómodo de la temporada. Juan Ramón López Caro, su técnico, apostó por la "conexión brasileña" y jugadores como Cicinho, Roberto Carlos, Robinho, Julio Baptista o Ronaldo alegraron los ojos de su hinchada.
El equipo local apenas tardó ocho minutos en encarrilar el triunfo. David Beckham lanzó un tiro libre indirecto y Héctor anotó el gol en su propia portería. Fue el principio de la pesadilla deportivista. El equipo gallego decepcionó profundamente en el Santiago Bernabéu y se marchó de Madrid sin un solo disparo entre los tres palos.
El Real Madrid amplió su ventaja a los 36 minutos. El Deportivo perdió un balón, Roberto Carlos recibió un taco de Robinho y el lateral prolongó hacia Ronaldo, que marcó su decimosegundo gol de la temporada. La hinchada blanca se puso de pie para aclamar al delantero, señal de lo plácido que fue el partido.
La segunda mitad fue un monólogo blanco, y el conjunto local logró la goleada sin sudor alguno. Sergio Ramos marcó el tercero tras un nuevo regalo de la defensa deportivista, que dejó rematar solo al central desde casi el área pequeña.
Y como la noche parecía entregada a las resurrecciones, Baptista, peleado con la portería contraria durante toda la temporada, completó la goleada al transformar una falta directa.
El Real Madrid recuperó la moral en vísperas de su visita al Camp Nou, donde se encontrará a un Barcelona que presumiblemente no hará tantos regalos como el Deportivo de La Coruña. Lo mejor para los blancos es que se agarran a una segunda posición que parece su objetivo principal en una aciaga temporada.