ROMA.- El comisario extraordinario de la Federación Italiana de Fútbol, Guido Rossi, nombrado tras el escándalo que envuelve el mundo del Calcio, afirmó hoy que "la situación es peor de lo previsto".
Rossi, que fue elegido para sustituir al dimitido presidente Franco Carraro tras el estallido del escándalo con el objetivo de aclarar lo que había ocurrido en la Federación en los últimos años, explicó que pensaba que la situación era "menor" y que no se imaginaba "encontrar una situación tan grave".
El comisario de la Federación se refería a que en un primer momento todas las grabaciones telefónicas eran sobre la relación del ex director general de la Juventus, Luciano Moggi, con miembros federativos y árbitros para que el equipo de Turín recibiese favores, pero ahora las investigaciones apuntan también a que están implicados otros equipos como Fiorentina, Lazio y el AC Milan.
Rossi también puntualizó que "la selección italiana está fuera del escándalo. Creo que es posible conciliar lo que está sucediendo con el aspecto deportivo. Creo que Italia, también por lo que pudo hablar con el entrenador, Marcello Lippi, está completamente fuera de todas estas cuestiones", añadió sobre la preparación de Italia para el Mundial de Alemania 2006.
Ante las acusaciones que recaen sobre las presuntas presiones a Lippi para convocar jugadores de la empresa de representación de futbolistas del hijo de Moggi, Rossi pidió "que no se mezclen las cosas" y que se "deje en paz" a la "azzurra".
"Ellos solo piensan en jugar", explicó. El escándalo sí pone en peligro, sin embargo, la participación en competiciones europeas de equipos italianos el año que viene.
"Estamos en una situación de emergencia. Nadie quiere que en las competiciones europeas no haya equipos italianos, pero podría suceder", alertó el secretario general de la UEFA, Lars-Christer Olsson.