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ROMA.- El juicio por el mayor escándalo de corrupción en la historia del fútbol italiano comienza mañana, y decidirá en apenas diez días el futuro de 26 acusados y cuatro equipos miembros del "calcio"; la Juventus, la Fiorentina, la Lazio y el AC Milan.
En el Estadio Olímpico de Roma, testigo de grandes partidos y eventos deportivos, saldrá a relucir lo más oscuro y corrupto del mundo del fútbol. En sus salas internas desde mañana hasta el día 7 o 9, cuando está previsto que se emita la sentencia, comenzará el juicio por la acusación de "ilegalidad deportiva".
En sólo 10 días se decidirá el destino de las sociedades implicadas en el escándalo -Juventus, Lazio, Fiorentina y Milán- que según el fiscal de la Federación Italiana de Fútbol cometieron importantes violaciones del código deportivo y podríann ser sancionadas con penalizaciones o incluso con el descenso a la Serie B.
Y es justo el descenso lo que todos estos equipos intentarán evitar atoda costa, ya que las penalizaciones por puntos están casi aseguradas si se comprueba, como se escucha en las interceptaciones telefónicas recogidas por la fiscalía de Nápoles, que los directivos de estos equipos mantenían regulares contactos con dirigentes de la Federación para recibir favores en el arbitraje.
El juicio desató por supuesto un gran interés entre la prensa, y ya hay más de 300 medios acreditados para seguir los interrogatorios del Tribunal de Apelación Deportivo (CAF), presidido por Cesare Ruperto.
Ante el juez Ruperto pasarán las 26 personas imputadas, entre ellos el ex director general de la Juventus Luciano Moggi, considerado el responsable de la creación de una trama integrada por dirigentes arbitrales, presidentes de clubes y árbitros, para recibir favores de los colegiados.
También están investigados seis árbitros y dos jueces de línea, dirigentes como el ex presidente de la federación arbitral Franco Carraro y su ex vicepresidente Innocenzo Mazzini. La lista de acusados incluye además el ex administrador delegado de la Juventus Antonio Giraudo; al presidente de la Lazio, Claudio Lotito; los patrones de la Fiorentina, los hermanos Andrea y Diego Della Valle y su administrador delegado Sandro Mencucci; el vicepresidente del Milan, Adriano Galliani, y dirigente del club milanés Leonardo Meani.
Defensa "hasta las lágrimas"
Se descuenta que la línea defensiva de los clubes acusados consistirá en rechazar las graves acusaciones del fiscal. Luciano Moggi dejó claro anoche en una entrevista televisiva cómo se defenderá cuando con lágrimas en los ojos afirmó que sólo trabajó para que la Juventus no fuese avasallada por el Milan.
"Es una certeza que Carraro iba contra la Juve", dijo Moggi, explicando sus acciones. Aseguró haberse convertido en el "chivo expiatorio" de todo el escándalo y haber sido "crucificado antes de comenzar el proceso judicial".
El resto de los equipos tienen ya preparados sus informes y sus equipos de abogados, así como los testigos que podrán declarar a su favor. El Lazio aportará un dossier con todos los errores arbítrales sufridos en su contra durante la temporada 2004-2005. El club romano argumentará que el presidente Lotito llamó a Carraro para pedirle que vigilase la situación ya que se estaba constantemente perjudicando al equipo, pero que en ningún momento pidió un arbitraje favorable.
El abogado de Moggi, Fulvio Gianaria, alegará que su cliente había dejado su puesto cuando estalló el escándalo, por lo que no puede ser juzgado por la Federación. Más original será el árbitro Massimo De Santis, que preparó un DVD con todos los partidos en los que se le acusa de parcialidad. En la película, el colegiado analiza paso a paso las jugadas dudosas para explicar que no se equivocó.
La Fiorentina, armada con un informe de 50 páginas y ocho abogados, argumentará que las llamadas y las reuniones entre los hermanos Della Valle y los dirigentes de la federación arbitral eran "relaciones públicas normales" realizadas a la luz del día.
El Milan intentará tomar distancia del dirigente Leonardo Meani, en teoría sólo un colaborador del club que se dedicaba a acompañar a los árbitros, aunque algunas escuchas telefónicas probarían que comunicaba los éxitos de su influencia sobre los árbitros directamente al vicepresidente Galliani.
Aunque muchos imputados protestan contra los plazos del proceso afirmando que una juicio de esta envergadura no puede agotarse en una semana, la prensa italiana considera que las sentencias están ya casi escritas. El anticipo anuncia que la Juventus tiene pocas esperanzas de escapar al descenso a la Serie B, y que el resto dependerá de lo que suceda a la "Vecchia Signora".