Otra vez un combinado peruano está en el ojo del huracán.
EFE
LIMA.- La selección Sub 20 de fútbol de Perú, que regresó el martes a Lima tras perder sus cuatro partidos en el Sudamericano de Venezuela, quedó este miércoles sumergida en diversas denuncias por supuestos actos de indisciplina, que involucran sobre todo al jugador más promocionado del equipo, Reimond Manco.
"Los periodistas argentinos quedamos sorprendidos. Los peruanos andaban por los pasillos a cualquier hora, almorzaban cada uno por su cuenta, llegaban al comedor cuando querían, antes de los partidos se la pasaban en la piscina, era un relajo total y el técnico (Héctor Chumpitaz) nunca aparecía", les dijo a medios peruanos el enviado de un diario de Buenos Aires que compartió hospedaje con el equipo.
"(Manco) se la pasaba todo el día con la novia en el lobby del hotel, andaba en besos y abrazos con la chica, y cuando un canal lo capturó (con la cámara), él amenazó al periodista para que no publique las imágenes", añadió Guillermo Tagliaferri, del diario "Clarín", en declaraciones reproducidas por el periódico limeño "El Bocón".
Imágenes de televisión muestran que en efecto Manco, de 18 años, estuvo muy entretenido en el hotel con su novia, una modelo peruana de 23. El jugador se defiende con el argumento de que para ello tuvo permiso de los directivos y de Chumpitaz, por lo que en opinión de los comentaristas la responsabilidad principal recae en éstos.
El delantero del PSV Eidhoven de Holanda, a quien se convirtió en ídolo en su país a los 16 años por tener una actuación descollante en un Sudamericano Sub 17, afirmó al retornar a Lima que lo que pasó en su equipo pasa también en todas las demas selecciones, "pero como ellos sí ganan, nadie dice nada".
Diversos reportes dan cuenta de los supuestos desórdenes. El presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Manuel Burga, a quien los medios y la afición consideran el principal responsable de lo que ocurre con el balompié nacional, prometió una "investigación exhaustiva".
Perú perdió en Maturín sucesivamente ante Ecuador (2-1), Colombia (1-0), Argentina (2-1) y Venezuela (3-1). Los comentarios son unánimes en que el equipo jugó mal todos los partidos, fue un desastre táctico y todos los jugadores con un nivel muy por debajo del que se esperaba, empezando por Manco.
La selección, despedida con algarabía en su momento por representar a la que muchos consideraron la generación del cambio, fue recibida en el aeropuerto de Lima con insultos, como ya se hizo costumbre con los combinados "incas" de todas las categorías, que suman la indisciplina a los malos resultados.
