BOGOTA.- El futbolista colombiano Javier Flórez, acusado del asesinato de un hincha que le increpó por su bajo rendimiento, pidió disculpas a la familia del joven muerto, admitió que estaba ebrio y dijo que llevaba un arma porque creció en un "entorno" difícil.
"Me crié en un entorno bastante difícil, bastante pesado, donde muchas personas usan armas por seguridad", dijo Flórez al canal de televisión Caracol, además de asegurar que "hubo una agresión, una reacción, que no debió pasar".
Flórez, volante de Junior, fue acusado de haberle disparado en varias ocasiones a Israel Cantillo, de 24 años de edad, luego de que éste lo criticara por lo mal que jugó en las finales donde el equipo de Barranquilla perdió ante Once Caldas, campeón del torneo Apertura local.
El futbolista, quien espera se inicie un juicio en su contra, aceptó que "estaba departiendo con unos amigos, tuvimos la oportunidad de tomarnos unos tragos y estaba bajo el efecto del alcohol" antes del crimen, ocurrido el domingo anterior.
"En el momento uno no piensa claro, después es que uno se da cuenta de la magnitud del error", opinó el deportista.Tras el asesinato, Flórez huyó del lugar del crimen y horas después se entregó a la fiscalía, que luego lo dejó en libertad.
El jugador dijo que se entregó a las autoridades porque "mi mamá me enseñó que cuando uno comete un error tiene que poner la cara y eso fue lo que hice". Finalmente pidió a la familia de Cantillo que lo "perdonen" aunque admitió que será "difícil pedir que me entiendan, soy un ser humano, cometo errores", argumentó.
