ROMA.- Ayer tuvo lugar el Chievo-Catania, partido que finalizó con empate a uno entre dos conjuntos sumidos en la parte media-baja de la tabla. Hasta ahí todo normal.
Las sospechas llegan cuando la casa de apuestas Betfair se da cuenta de la gran cantidad de apuestas que se están haciendo en ese encuentro, el mosqueo es tal que la casa de apuestas se planteó incluso cerrar el partido a pujas, hasta dos millones de libras se ingresaron en ese partido, y una de las jugadas era de 217.000 libras al empate a uno, tal y como se puede leer en el diario británico 'The Sun'.
Hasta siete portales se vieron obligados a retirar el partido a apuestas el pasado jueves y devolver el dinero apostado. David Williams, de Ladbrokes, dijo: "Vimos un montón de dinero para ese partido y decidimos cerrarlo a apuestas".
"La cantidad de dinero era increíblemente alta para la posición que ocupaban y encima el partido no era ni televisado", explicó un jugador profesional del Reino Unido.
El partido acabó con empate a uno después de que Maxi López transformara un penalti inexistente.