SANTIAGO.- Marco Antonio Figueroa no anduvo con rodeos consumada la eliminación de la Universidad Católica en la Copa Libertadores. Si la prensa esperaba un mea culpa del técnico por no poder superar a una Universidad de Chile parchada con suplentes, no le dio en el gusto.
Cuando se le preguntó cómo calificaba la campaña en el torneo internacional, el DT cruzado dijo: "Califico la campaña como buena. Aún así quedamos eliminados. Como siempre he dicho, los empates no sirven de nada. No hay mucho que agregar".
Con ello dio a entender que lo perjudicaron enormemente los empates en la primera parte de la fase grupal del certamen.
Respecto de la magra igualdad ante la U, su balance fue: "No tuvimos la capacidad de definir cuando se debe, cuando no haces goles, no se puedee esperar más".
En su mordaz estilo, Figueroa evitó evaluar el arbitraje de Pablo Pozo. "La verdad prefiero guardarme los comentarios. Todos vimos el partido: le faltaron guantes a dos jugadores de la U".Un poco más serio, dio a entender que no seguiría al mando de la UC para la nueva etapa que vivirá el club, tras su apertura en la Bolsa.
"Si me voy de Chile, me iré con la frente en alto", afirmó. A continuación se dirigió a la prensa: "Quiero que no piensen como chilenos. Creo que fueron muy injustos con el trabajo de (Hugo) Tocalli. Si quieren que me vaya de Chile, les quiero decir que yo tengo mi decisión tomada. Si me tengo que ir, me voy feliz porque he hecho muchas cosas buenas en el club".