Los errores y desaplicaciones defensivas tienen a Católica como el más goleado.
José Alvujar, El MercurioSANTIAGO.- Tras la derrota en casa por 1-3 en manos del Caracas, Universidad Católica registra la peor marca de la Copa Libertadores en cuanto a goles recibidos.
El conjunto cruzado ha recibido 8 anotaciones en 3 encuentros: 2 ante Unión Española, 3 ante Vélez Sarsfield y los 3 más que le propinó el conjunto llanero. A su favor, ha convertido 7 conquistas.
Pero lo de la racha de anotaciones en contra tiene como principal explicación las desinteligencias en la última línea del equipo dirigido por Juan Antonio Pizzi y sobre todo las desaplicaciones en las pelotas paradas.
El registro comienza con el primer tanto de los hispanos, que tras un córner, Leonardo Monje aprovechó estar sin marca y decretaba el 1-0. En el segundo compromiso, sufrieron tras un tiro libre de Maximiliano Moralez que fue conectado de cabeza por Ortiz, ganándole en el salto a Costa.
En ese mismo partido y tras desconcentraciones, de un lateral nació el segundo tanto de los argentinos convertido por Augusto Fernández, quien se avivó ante la pasividad de la zaga chilena.
Y lo de este miércoles demostró lo poco concentrado que está la defensa, ya que en tan sólo 5 minutos, les encajaron 3 anotaciones. La primera fue tras un nuevo tiro libre, en el cual Luis Cabezas se aprovechó de que nadie lo marcará y en plena área chica puso el 1-0.
Un grado de responsabilidad también tiene el meta Cristopher Toselli, quien en la segunda conquista llanera, despejó hacia adelante un remate que no representaba mayores complicaciones, y fue así como Nelson Barahona ponía el 2-0 transitorio.
El último gol de Caracas dejó en claro la desaplicación del defensa David Henríquez, que en vez de atacar la pelota, se echó hacia atrás y permitió que Cabezas repitiera con un potente testazo.
Pese a todo esto, la UC en el área rival ha estado asertiva, ya que con 7 dianas es el tercer cuadro más goleador de la Libertadores.
Este desequilibrio en defensa y ataque puede ser justificado porque Católica se desprotegió en la última línea y perdió a uno de los principales valores para las pelotas paradas, Marcos González, quien aportaba gran juego aéreo y experiencia para la zaga.
En desmedro de esto, la dirigencia decidió reforzarse con jugadores de tinte ofensivo: Tomás Costa, quien terminó jugado como central ante los llaneros y aportó con un gol ante Vélez; Marcelo Cañete ha tenido poca continuidad en el mediocampo y este miércoles poco y nada pudo hacer en un partido que ya estaba liquidado; José Luis Villanueva no ha gravitado y en los pocos minutos que ha jugado no ha convertido; y finalmente Pablo Calandria, quien llegó desde Santiago Morning y sólo el gol ante Caracas acalla las críticas en su contra.