MIAMI.- La amenaza de un boicot de jugadores en el circuito de tenis masculino se diluyó totalmente gracias a un impactante anuncio que hará esta semana la organización del Abierto de Estados Unidos.
"Se acabó la amenaza de boicot", dijo en Miami un aliviado alto dirigente de la ATP. El US Open aumentará progresivamente en los próximos cinco años el dinero que reparte entre los jugadores hasta llegar a duplicar la cantidad actual.
El torneo en 2012 repartió 25,5 millones de dólares en premios y distribuirá 50 millones en la de 2017.
Con el español Rafael Nadal ausente del circuito durante siete meses y fuera del consejo de jugadores desde su renuncia en marzo de 2012, el peso de la negociación final recayó en el suizo Roger Federer, aunque también tuvo una activa participación el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo.
Federer, que no jugará el torneo que comienza hoy en Miami, cerró los últimos flecos del acuerdo durante una conferencia telefónica el martes.
El pacto incluye que el torneo se extienda a 15 días en 2013 y 2014, con la final masculina en lunes. A partir de 2015 la final de los hombres volverá a jugarse en domingo y habrá un día de descanso entre las semifinales y la final, tanto en el torneo masculino como en el femenino, una vieja reivindicación en el tenis. Será el final del tan mítico como televisivo "súper sábado".
"La Federación de Tenis de Estados Unidos (USTA) quiere hacer todo para que su torneo sea considerado el más importante de los cuatro de Grand Slam", aseguró a dpa otra persona directamente involucrada en el largo proceso de negociación.
"Roger y Novak fueron esenciales en el proceso, y David Haggerty, el nuevo presidente de la USTA, muy comprensivo", añadió.
La magnitud del acuerdo sorprende a los observadores del circuito masculino, ya que en enero de este año las posiciones seguían muy enfrentadas entre la mayor parte de los jugadores y los responsables del US Open.
Pero el tesón del director del torneo, que en los últimos meses mantuvo reuniones personales con varios jugadores de peso, obtuvo sus frutos.
Para los tenistas es un gran triunfo, que se suma al logrado en enero en el Abierto de Australia, un torneo que incrementó hasta los 31 millones de dólares el dinero a repartir y en un porcentaje notable lo que cobran aquellos jugadores eliminados en las rondas iniciales.