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El ritual y los gestos de Sampaoli en su primera victoria oficial como visita en la “Roja”

Emol vivió el duelo en Asunción a pocos metros del casildense, quien como siempre estuvo histriónico y locuaz. En su bolsillo esconde un teléfono y su repertorio es inagotable.

08 de Junio de 2013 | 14:58 | Por Manuel Rojas, enviado especial a Asunción
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El partido de Chile ante Paraguay fue el tercero de Jorge Sampaoli al mando de la banca nacional.

Reuters.

SANTIAGO.- Cada jugada, un gesto distinto, aunque hay movimientos que se repiten para similares situaciones del juego. Estuvimos cerca de Jorge Sampaoli en su primer triunfo como visita al mando de la "Roja" y analizamos sus rutinas.


Nunca sentado: El técnico de la "Roja" ingresó a la cancha cinco minutos antes que el equipo titular. Fue el único momento en el que estuvo al lado de la banca. El resto de partido lo vivió al borde de la raya lateral, incluso abandonando su área delimitada en más de 12 oportunidades. A ratos sólo le faltaba ponerse el short, la polera e ingresar al juego.


Las caminatas: Si hay un factor que caracteriza a Sampaoli son esas caminatas que da en su cuadrado. Son incontables las veces en que el casildense va de un lado a otro. Las veces que más ocupa esta faceta es al momento de que la pelota está fuera del campo o existe algún balón detenido. Ahí, cabeza encogida mirando el suelo, va de un lado a otro, buscando respuestas.


El celular: Antes de iniciarse el encuentro Sampaoli se paró al lado de la banca y sacó de su bolsillo un celular. Algo vio, observó y luego lo guardó. Pero cada cierto tiempo lo volvía a sacar, miraba como si tuviera contabilizado el tiempo y lo regresaba. Al parecer es su cronómetro de juego.


Las celebraciones: El DT de la "Roja" vive intensamente el partido y no para en ningún momento. Los únicos instantes de relajo son las celebraciones. Los dos goles ante Paraguay los gritó de la misma forma. Manos al cielo, brazos en alto, mirando a la tribuna. No celebra con su banca, ni abraza a nadie, sólo se libera enfrentando al público. Lo mismo al finalizar el partido con la victoria ya consumada…


Los goles errados: Siempre lo mismo. Cada vez que un jugador suyo pierde un gol, levanta los brazos, se toma la cabeza y pide explicaciones. Así pasó con el palo de Vidal al minuto de juego y un cabezazo de Paredes en el primer tiempo, por ejemplo.


Errores marcados: Cada vez que alguno de sus dirigidos comete un error abre los brazos, los palmotea en sus muslos y camina hacia dentro, se frena, se devuelve y grita. Por ejemplo, en el gol de los paraguayos, marcó ese ritual al que le agregó un grito contra Marcos González, por perder el balón en la salida. "Pero Marcos", reclamó fuerte.


Aplauso motivante: Cuando quiere motivar a algún jugador, golpea sus manos y le grita: "Vamos", "Juegue", "dele, dele", "vaya". Lo hizo en varias ocasiones ante los guaraníes, sobre todo en la segunda parte cuando Chile extraviaba el camino.


Los cambios: En los dos primeros cambios de Chile ante Paraguay hubo una particularidad. El ayudante técnico, Sebastián Becacecce, fue quien insinuó las modificaciones. En ambas ocasiones, se le acercó, le habló y Sampaoli asintió. Luego vinieron los gritos: "Matías", primero y luego "Felipe" (Gutiérrez).


La salida: Al término de ambos tiempos fue igual. Antes que cualquiera enfiló rumbo al túnel, rápido y bajó casi sin que nadie lo percatara, perdiéndose camino al camarín donde de seguro habrá otra serie de rituales como estos en su banca…

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