MADRID.- El ministro chileno de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones, Carlos Cruz, ha buscado soluciones en España "para que Santiago no sea una Venecia cada vez que llueve", según afirmó hoy en conferencia de prensa.
"Necesitamos una inversión de emergencia porque no podemos mantener zonas urbanas anegadas", dijo el ministro, que durante dos días visitó Barcelona y Madrid con el objetivo de promover e impulsar la inversión española en las infraestructuras de Chile.
Cruz se refirió a Plan Maestro contra las inundaciones puesto en marcha por su departamento -"que debe estar listo en septiembre"- y a la posibilidad de recibir ayuda técnica y financiera por parte de la empresa española Aguas de Barcelona (AGBAR).
El ministro cifró la inversión de urgencia entre 500 y 700 millones de dólares, destinados "a resolver por lo menos las inundaciones en las casas, porque ya habrá tiempo luego para las de los lugares públicos, que tanto afectan al transporte".
"Para solucionar todo el problema serán necesarios 1.500 millones de dólares", especificó el ministro, quien dijo que "debemos ser capaces de iniciar la obras del Plan Maestro en el ultimo trimestre de este año y de terminarlo en tres años".
Según Cruz, "el método de trabajo empleado en Barcelona puede servir", siempre y cuando "los santiaguinos estén dispuestos a pagar", en referencia a un posible aumento del impuesto territorial.
El titular de Obras Públicas informó de que "habrá un grupo de trabajo especializado con participación del sector público y el sector privado" e hizo hincapié en la importancia del sector inmobiliario chileno para hacer frente a las reformas necesarias.
"Vamos a invitar al sector inmobiliario a que, con obras de envergadura, se haga cargo de los problemas de escurrimiento de aguas lluvias a zonas bajas de la ciudad, donde se producen las grandes inundaciones", manifestó.
La delegación chilena anunció que una delegación de CLABSA, la compañía concesionaria del alcantarillado de Barcelona (filial de AGBAR) viajará próximamente a Chile para trabajar con el Gobierno chileno en posibles soluciones y vías de financiación.
Carlos Cruz viajó a España acompañado por el director general de Concesiones, Ricardo Badilla, y presidente de Concesiones de la Cámara Chilena de la Construcción, Leopoldo Lorenzini, quienes mantuvieron diversos encuentros con inversores españoles.
El propósito fundamental, explicó Badilla, es atraer proyectos para aprovechar los 8.000 millones de dólares que la iniciativa mixta de los sectores público y privado de Chile va a invertir en el próximo lustro en el campo de las infraestructuras.
Se trata, dijo Badilla, de dar un impulso modernizador a Chile a través de un plan global de mejora de "autopistas, aeropuertos, vías urbanas, obras de riego como embalses, transporte urbano y cárceles", en el que el capital español jugará un papel importante.
Cruz destacó también "los resultados altamente satisfactorios" de las conversaciones con directivos de la empresa ferroviaria española RENFE para aplicar un proyecto "por valor de 160 millones de dólares" para equipamiento y mejora de la red ferroviaria chilena.
"El ejemplo español de los últimos diez años es importante en lo que ha supuesto de salto tecnológico y nos puede servir para renovar el parque ferroviario de la Empresa de Ferrocarriles del Estado", afirmó Cruz, que descartó trazar líneas de alta velocidad en Chile.
El ministro aclaró que su Gobierno busca aplicar "tecnologías intermedias" en el sector ferroviario, "que nos permitan velocidades de circulación de 160 kilómetros por hora, lo que nos permitiría unir ciudades como Santiago y Concepción en tres horas".