NUEVA YORK.- El precio del crudo frenó este martes su rally alcista de las últimas cuatro sesiones, ante las expectativas del mercado sobre un aumento de las reservas almacenadas de crudo y otros productos refinados, cuyos datos se conocerán el miércoles.
El precio de los contratos futuros para septiembre del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), que es el de referencia en Estados Unidos, bajó US$ 1,25, a US$ 31,22 el barril.
Los analistas atribuyeron la caída a las ventas efectuadas por algunos agentes al expirar hoy los contratos de entrega para septiembre.
Además esperan que el Instituto Americano del Petróleo (API) y el Departamento de Energía de Estados Unidos anuncien un aumento de las reservas almacenadas de crudo y de otros productos refinados durante la pasada semana, aunque los niveles se mantienen sensiblemente más bajos que los de hace un año.
El desvío del huracán 'Debby' en su trayectoria hacia las Islas Vírgenes, donde se encuentra la principal planta de refinado de crudo que abastece de gasolina al mercado norteamericano, fue otro de los factores que presionó a la baja el precio del crudo.
La refinería de la compañía Hovensa, en la isla de St. Croix, con una capacidad de refinado de 545.000 barriles diarios, paró el lunes algunas de sus actividades como medida de precaución ante la proximidad del huracán.
Sin embargo, hoy se anunció que reanudará el ritmo regular de producción al constatar que el huracán tendría escaso impacto en la zona y se dirigía hacia Puerto Rico.
Los analistas subrayaron, no obstante, que existe el riesgo de que 'Debby' afecte a la zona del Golfo de México, que es una de las regiones de mayor producción y refinado de crudo en EE.UU.
Por otra parte, el mercado no descarta que los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidan en su próxima reunión del 10 de septiembre un aumento de las cuotas de producción de al menos medio millón de barriles diarios.
Pero los economistas indicaron que la cantidad podría ser incluso superior, como consecuencia de la fuerte presión de los países industrializados para que el crudo extra empuje los precios a la baja.