BUENOS AIRES.- El gobierno argentino dijo hoy que recibió el apoyo del Banco Mundial para continuar con todas las líneas de crédito a pesar de una advertencia sobre la necesidad de profundizar el proceso de reformas de la economía.
La misión del Banco se reunió con el ministro de Economía, José Luis Machinea y otros funcionarios para informarse sobre los últimos episodios ocurridos tras la renuncia del vicepresidente Carlos Alvarez.
La visita estaba prevista con anterioridad, dijo el secretario de Financiamiento, Daniel Marx. Pero gran parte de la reunión estuvo dedicada a la crisis política por el alejamiento del vicepresidente.
La Argentina "recibió el apoyo" del Banco, dijo Marx y aseguró que seguirán normalmente las líneas de crédito existentes con la entidad.
El Banco diagnosticó como los principales problemas económicos que atraviesa la Argentina "la vulnerabilidad a las conmociones externas, el retraso en la productividad, la persistente pobreza, la desigualdad y el alto desempleo".
"La entidad considera que tener las cuentas públicas dentro de los parámetros de la ley de responsabilidad fiscal".
Las definiciones estuvieron a cargo del vicepresidente del Banco para América Latina y el Caribe, David de Ferranti, y los economistas de la entidad Nick Stern, Guillermo Perry, que llegaron para presentar el informe sobre la pobreza.
Perry admitió que a los economistas "les sorprende la lenta reactivación económica argentina" y señaló que "no ha sido el único país donde no se ha recuperado el crédito, ya que un proceso similar se registró en Colombia".
Dijo que la Argentina llegó a principio de los años '90 con una economía "muy desordenada" y señaló que "en el exterior provoca temor la alta relación entre la deuda pública y exportaciones".
Stern dijo que las políticas a seguir para reducir la pobreza son "oportunidades para todos, educación, salud y empleo".
El capítulo argentino del informe señala que la Argentina tuvo en los años '90 una expansión del Producto Bruto Interno de 141 mil millones a 282 mil millones, a pesar de las crisis externas que enfrentó en la década.
Añadió que "el progreso social y el económico van de la mano y es evidente que Argentina está entre los países más desarrollados de América Latina".
Pero advirtió que "ciertos indicadores sociales han sufrido en ese período un deterioro constante, por ejemplo, en la relación entre el ingreso y la pobreza".
Señala que esta circunstancia hizo que la Argentina "tenga una comparación desfavorable con Chile y Uruguay".
También sostuvo que la Argentina experimentó "una brecha creciente entre los salarios pagados a quienes cuentan con calificaciones profesionales modernas y las remuneraciones en los empleos de baja calificación".