SANTIAGO.- El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Walter Riesco, dijo hoy que de prolongarse el paro indefinido de actividades de los camioneros, es indudable que tendrá serios efectos en el
Indice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de octubre, siendo los sectores
productivos más afectados la minería, la agricultura y el comercio.
El máximo líder empresarial de Chile reiteró que el país incurrirá en pérdidas diarias por cerca de US$ 150 millones, aunque aclaró que éstas dependerán de la intensidad y duración del movimiento de protesta, además de los efectos que se produzcan en los distintos sectores.
"Como en los países europeos, el efecto de este tipo de movilizaciones sólo
comienza a sentirse cuando pasan los días, aunque es posible que produzca
desabastecimiento en supermercados y bencineras", dijo Riesco.
Asimismo, señaló que aunque aún no se le ha solicitado formalmente mediar
entre los camioneros y las autoridades de Gobierno, se mostró dispuesto a
hacerlo. En todo caso, instó a ambas partes a tener buena voluntad para
solucionar el conflicto a la brevedad posible, argumentando que "creemos que
esta situación no está lejana a despejarse pronto".
"Para que exista un ambiente propicio para dialogar se requiere de la
disposición del Gobierno y de los camioneros en esto, y la CPC está dispuesta a
realizar los esfuerzos necesarios para que ello sea así. Aunque creemos que
dialogar en un momento de paralización no es bueno ni sano para el país, por lo
que es necesario aplicar una regla común y con criterio que mejore las actuales
expectativas", añadió.
Riesco precisó que la crisis que ha debido enfrentar este sector se arrastra
desde el Gobierno del ex Presidente Eduardo Frei, el que a su juicio- "sólo
estuvo preocupado de aspectos políticos", dejándole una "herencia pesada" al
actual mandatario, "quien también tiene un grado de responsabilidad porque ha
demorado la implementación de algunos proyectos de ley que beneficiarían al
sector".
"La responsabilidad es de todos por empujar a este sector a un callejón sin
salida", recalcó, tras leer una declaración pública, firmada por los
presidentes de las distintas ramas que integran la Confederación, y que tras la
reunión habitual de los martes del Comité Ejecutivo, manifestó su rechazo por el uso de la fuerza como mecanismo para resolver conflictos, "por legítimas que
aparezcan las razones que se esgriman para justificarla".
"Con esa misma lenidad, estimamos que en el conflicto producido entre el
Gobierno y el gremio del transporte de carga, ha existido lenidad e ineficiencia para implementar acuerdos por parte de autoridades y funcionarios de Gobierno", señaló.
Agregó que es evidente que esta paralización, que causa daño objetivo a las
actividades productivas del país, pudo evitarse con una acción competente y
profesional de los funcionarios que actuaron como interlocutores de la
Confederación Nacional de Dueños de Camiones, que lidera Héctor Moya.
"Tenemos la impresión que, si el diálogo hubiera fructificado oportunamente, se habría evitado daños, molestias al libre desplazamiento de los ciudadanos y entorpecimientos y demoras en la producción y el comercio del país", precisó Riesco, al tiempo que reiteró que la responsabilidad de este paro recae equitativamente entre quienes lo han convocado y el Gobierno.
Frente a esta realidad, la CPC llamó a los camioneros y a las autoridades de
Gobierno a adoptar las medidas necesarias para concluir la paralización y crear
las condiciones de seriedad y credibilidad que permitan reanudar el diálogo con
argumentos técnicos, "que es el único medio para zanjar las diferencias en una
sociedad civilizada".