SANTIAGO.- Más de 400 mil empleados públicos iniciaron este lunes un paro de advertencia de tres horas, en protesta por el bajo nivel de reajuste salarial ofrecido por el Gobierno, cuya última oferta asciende a un 4%, frente a un IPC proyectado en 4,6% para el 2000.
La movilización, llamada de 'brazos caídos', comenzó a las 08:30 horas y se extenderá hasta las 11:30. Los funcionarios, si bien estarán en sus puestos de trabajo, no atenderán al público.
Por ello, el presidente de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), Raúl de la Puente, llamó -a través de Canal 13- a que las personas se abstengan de concurrir al Servicio de Impuestos Internos (SII), a la Tesorería General de la República y al Registro Civil, entre otros servicios, antes de las 11:30 horas.
Por otra parte, aclaró que los consultorios atenderán normalmente, porque corresponden a otro gremio del sector público, la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), que se sumará recién mañana a la movilización.
"Todos los gremios del sector público, de la salud, de los docentes, universidades, municipales y administración central están en el día de hoy y mañana efectuando diversos actos de protesta en contra de este reajuste que significa una rebaja de remuneraciones y, por lo tanto, un despojo legal", indicó.
Para el martes está previsto un paro de actividades de todos los funcionarios públicos.
La Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef) y la Central Unitaria de Trabajadores analizó este fin de semana la eventualidad de un paro de actividades, luego de que la última oferta de reajuste salarial para el sector público hecha por Hacienda, como en ocasiones anteriores, no los dejara satisfechos.
Y esto es porque el Gobierno llegó el viernes al límite de las posibilidades de mejorar su oferta de reajuste salarial para el sector público, según el Ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, tras hacer el planteamiento respectivo a los representantes de los 12 gremios implicados en las negociaciones.
Ello llevó nuevamente a los dirigentes gremiales, encabezados por el presidente de la CUT, Arturo Martínez y de la Anef, Raúl de la Puente, a rechazar el ofrecimiento de un mejoramiento salarial del 4% más un aumento del 5% en bonos de Fiestas Patrias, Navidad, de escolaridad y de bienestar social.
Los sindicalistas reiteraron su exigencia de que cualquier reajuste debe tener un piso del 4,6%, correspondiente al IPC previsto para este año.
Mientras, el titular de Hacienda insistió en basarlo en el 3% de inflación prevista para 2001, más un 1% de mayor productividad, porcentaje este último, dijo, superior al del sector privado.
El paquete, en su totalidad, significaría un gasto superior a los $200 mil millones.
Otro factor que también actuó en contra de una posible aceptación de lo planteado por el Gobierno fue el hecho de que el bono de equidad, destinado a los funcionarios que ganan menos de $160 mil líquidos al mes fue fijado en $18 mil, un tercio de lo que fue en la negociación anterior, dijo Martínez.
Tanto Martínez como Eyzaguirre advirtieron que a estas alturas es muy difícil llegar a un acuerdo, en vista de la distancia que separa lo ofrecido (4%), de lo pretendido por los trabajadores fiscales, 4,6%.
El Gobierno ha hecho los máximos esfuerzos posibles para mejorar los salarios, dijo el ministro, y no irá más allá en orden a no alterar los objetivos inflacionarios ni desmejorar aún más las posibilidades de reactivación del empleo.