WASHINGTON.- Ann Krueger, la número dos del FMI, le presentó el martes a la Argentina una receta de tres puntos que, según cree, le pondrá un mejor sabor a la amarga crisis económica de ese país con el ansiado ingrediente de dinero fresco.
Antes de presentar la receta, que sugiere un aumento de impuestos y el fin de la independencia presupuestaria de las provincias, Krueger dijo que nadie debe dudar de las buenas intenciones del Fondo para con el país.
"No puede haber duda del compromiso de la comunidad internacional para ayudar a la Argentina a emerger de su actual crisis", dijo. "Pero este respaldo necesita orientarse a un programa que sea lo fuerte y necesario para recuperar la confianza del pueblo argentino".
Krueger formuló sus comentarios en un auditorio del Departamento de Estado ante unos 300 empresarios e inversionistas de varios países, congregados en la reunión anual del Consejo de las Américas.
La receta:
Primero — "Restaurar el orden en el sistema bancario, el sistema de pagos y el mercado de cambios. Es esencial crear un entorno macroeconómico firme. Este debe ser la parte central de un amplio paquete de restauración de la confianza en los bancos".
Segundo — "Enmendar las normas sobre insolvencia y rechazar la ley de antisubversión a fin de proporcionar un marco legal compatible con los patrones internacionales. Esto es esencial para obtener otra vez crédito y restaurar la confianza de los inversionistas locales y extranjeros".
Tercero — "Resolver el problema de la debilidad fiscal que ha estado en el centro de las dificultades argentinas y restaurar una posición presupuestaria consolidada firme en el mediano plazo".
Krueger dijo que el Fondo Monetario Internacional reconoce que "hay límites al ajuste que pueda lograrse en medio de una aguda contracción de la economía" y seguirá insistiendo en que las reformas deben incluir a las provincias en el contexto fiscal.
Indicó que la institución continuará proponiendo "un final adelantado" a la práctica seguida por años por algunas provincias argentinas de emitir papeles que circulan como un substituto del dinero.
Los tópicos son los primeros de Krueger sobre Argentina, país que no recibe un solo centavo de la comunidad financiera internacional desde que en diciembre el FMI le negara la entrega de unos 2.000 millones de dólares de un acuerdo en ejecución.
Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, dijo que la institución, aun cuando quisiera, no podría dar a Argentina préstamo alguno con las actuales restricciones impuestas por Estados Unidos y el FMI.
"Somos parte del mismo sistema", declaró el lunes hablando a reporteros en el mismo auditorio.
La posibilidad de una mejora del sistema fiscal pedida por Krueger implica una mayor recaudación tributaria, pero en un país donde sus contribuyentes virtualmente han dejado de pagar sus impuestos la sugerencia pareciera sumamente drástica.
Krueger dijo que esperaba trabajar con el ministro argentino de Economía Roberto Lavagna en el desarrollo de un "programa firme" que incorpore los elementos sugeridos en el recetario.
El FMI tiene actualmente un equipo técnico en Buenos Aires y otro se apresta a partir en breve, dijo Krueger. Una "misión negociadora" sólo podría partir hacia la capital argentina "si es que se observan los progresos adecuados en el programa".
"La situación sigue siendo claramente volátil y los riesgos son importantes", dijo. "Entonces, es esencial que el nuevo equipo económico avance rápida y decisivamente".