WASHINGTON.- El Congreso norteamericano recogió favorablemente el emplazamiento del Presidente George Bush de reactivar las negociaciones comerciales con América Latina, ante lo cual ambas cámaras anunciaron que comenzarán a discutir inmediatamente un proyecto de ley que autoriza al Mandatario a negociar acuerdos de esta índole.
De esta forma, el Congreso estadounidense podría despejar el camino para que la Casa Blanca negocie un acuerdo comercial con Chile, bajo la figura del "fast track" o vía rápida.
Esta ley, conocida como la de Autoridad de Promoción Comercial (TPA), autorizaría al Poder Ejecutivo a negociar y firmar acuerdos comerciales, tras lo cual el Congreso podría ratificar o rechazar dichos acuerdos, pero sin modificarlos.
El proyecto, aprobado ya por ambas cámaras en versiones diferentes, debe ser armonizado y votado de nuevo en su versión definitiva antes de ser enviado a la Casa Blanca para su promulgación.
En el mismo paquete legislativo está incluído un proyecto para extender hasta el año 2005 la Ley de Preferencias Comerciales Andinas, que expiró en diciembre pasado.
Los miembros designados por los partidos Demócrata y Republicano para integrar la conferencia de conciliación fueron invitados por Bush a la Casa Blanca para enfatizarles la importancia de concluir su trabajo antes del receso legislativo del mes de agosto.
La ley es indispensable para finalizar un acuerdo de libre comercio que Estados Unidos está negociando con Chile, y para acelerar las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Según anunció este jueves el vocero del Gobierno, Ari Fleischer, la Casa Blanca desafió al Congreso a demostrar su compromiso con la reactivación de la economía estadounidense, aprobando la autoridad de promoción comercial (TPA) para el Presidente George W. Bush, trabada por discordias parlamentarias mientras varios países de América Latina esperan ansiosamente.
Así, Bush convocó este jueves a la Casa Blanca a un grupo de legisladores para reiterar su preocupación y urgencia: si el paquete no se aprueba en los próximos días, el receso veraniego postergará cualquier decisión hasta setiembre próximo, les dijo.
A pesar de la urgencia del poder Ejecutivo por tener la ley aprobada antes del receso de agosto, algunos funcionarios ya dieron a entender que la administración Bush podría resignarse a esperar, en el mejor de los casos, hasta septiembre próximo, cuando se reanuden las sesiones.
"Nosotros necesitamos el TPA", afirmó este jueves enfáticamente el subsecretario de Estado para América Latina, Otto Reich. "Pero si por alguna razón no puede estar antes del receso agosto - admitió-, entonces deberemos tenerlo para setiembre".
Al tiempo que la Casa Blanca repite su intención de impulsar el libre comercio en el continente, los países andinos que se beneficiaban con el ATPA pusieron esta semana negro sobre blanco la urgencia de renovar los privilegios arancelarios.
"La región se está incendiando", afirmó el miércoles en Washington el primer vicepresidente peruano, Raúl Diez Canseco, en referencia a los problemas sociales y políticos que están enfrentando los países del ATPA: Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia.
Durante 10 años, hasta diciembre del 2001, el ATPA recompensó a los países andinos comprometidos en la lucha contra el narcotráfico, abriendo el mercado interno estadounidense a los productos de importación que en aquellas naciones surgieron como cultivos alternativos a la plantación de coca.
Así, por ejemplo, Perú ganó en Estados Unidos un importante mercado para sus entonces flamantes exportaciones de espárragos.
Además de las naciones andinas, también Chile está esperando que Bush finalmente logre obtener el "fast track", ya que tiene muy avanzadas las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.
"Sin el 'fast track' se pueden destruir años de negociaciones", dijo hoy Reich, según el cual la promoción comercial 2está dentro de nuestro interés nacional".