"Jueves negro" en bolsas mundiales marca sombrío panorama influido por crisis europea

NUEVA YORK.- Los inversionistas se deshicieron masivamente este jueves de sus acciones para refugiarse en la seguridad del efectivo y los bonos soberanos, provocando derrumbes de los índices bursátiles a mínimos en el año por el temor a que la crisis de deuda se propague y a que el crecimiento se frene.

Los temores de que la crisis de deuda en la zona euro se esté saliendo de control derrumbaron a las acciones europeas a niveles que no se veían desde que los mercados se recuperaron de la crisis financiera de mediados del 2009. Las acciones italianas entraron aun más en territorio negativo, con un declive de casi un 30 por ciento desde febrero.

Los principales índices en Estados Unidos perdieron más de 4%. El índice tecnológico Nasdaq retrocedió 5%, borrando los avances del año, mientras que el índice amplio S&P 500 ingresó en una corrección de más de 10% desde los máximos alcanzados en mayo.

Al mismo tiempo, el petróleo Brent perdió más un 5% y el crudo en Estados Unidos cayó más de 6%, o 5,47 dólares, y llegó a 86,46 dólares por barril. Los precios del cobre cayeron 2%.

En Chile, en tanto, la Bolsa de Santiago cayó casi 4%, el menor valor desde el 7 de julio del año pasado, con fuertes caídas en los sectores de la construcción y el retail.

"El gran catalizador fue el miedo"

La intensa ola de ventas de esta semana refleja la frustración con los políticos por la manera en que enfrentan las preocupaciones por los altos niveles de deuda pública en Europa y Estados Unidos, mientras las grandes economías industriales muestran signos de desaceleración.

"El gran catalizador fue el miedo", dijo Matt Rubin, director de estrategia de inversión de Neuberger Berman en Nueva York.

"La gente está vendiendo anticipándose a pésimas cifras en el empleo y a una recesión de doble caída", dijo Rubin sobre el reporte de nóminas del viernes en Estados Unidos, que se espera muestre otro mes de crecimiento mediocre en el mercado laboral.

Con los inversores atrapados en una tormenta perfecta, funcionarios de todo el mundo procuraron calmar a los mercados y mitigar la volatilidad.

La medida más audaz ocurrió en Japón, donde el Gobierno habría gastado, según estimaciones, un billón de yenes (13.000 millones de dólares) para frenar la apreciación de su moneda.

La venta de yenes impulsó al dólar casi un 4 por ciento, a un máximo de sesión de 80,25 yenes en la plataforma de operaciones EBS, lejos de un mínimo de 76,29 fijado el lunes. El dólar se transó el jueves por la tarde a 79,08 yenes, con un alza de un 2,6 por ciento en el día, mientras que el euro ganó un 1 por ciento, a 111,70 yenes.

Hasta el oro bajó

Incluso el oro, que ha trepado a una serie de nuevos máximos cercanos a 1.700 dólares por onza en medio de la creciente incertidumbre, retrocedió debido a que la intensificación de las pérdidas en Wall Street llevó a los inversores a vender el metal y cubrir pérdidas.

La huida de las acciones empujó una caída en el índice Standard & Poor's 500 de casi 5%, mientras que el clamor por inversiones seguras llevó al rendimiento de notas del Tesoro estadounidense a 10 años a caer a menos de 2,5%, su menor nivel desde noviembre del 2010.

El índice de volatilidad CBOE o VIX, conocido como el "indicador del miedo" de Wall Street, saltó 35,4% y llegó a 31,7, su nivel más alto en más de un año. El movimiento fue el mayor salto desde febrero del 2007, que se produjo durante la crisis de hipotecas subprime en Estados Unidos.

El promedio Dow Jones industrial perdió 512,76 puntos, o 4,31%, cerrando a 11.383,68 unidades, mientras que el índice Standard & Poor's 500 cayó 60,27 puntos, es decir, 4,78%, a 1.200,07.

El índice Nasdaq Composite perdió 136,68 puntos, o 5,08%, a 2.556,39 unidades.

El índice mundial de acciones MSCI cayó 4,3% para el día, su mayor descenso diario en más de dos años, y tocó un nuevo mínimo para 2011.

Más temprano, el índice paneuropeo de acciones FTSEurofirst 300 cerró con descenso de 3,3%.

Mercados no se convencen

El Banco Central Europeo mantuvo sin cambios la tasa de interés el jueves, pero los operadores dijeron que la autoridad monetaria ha estado comprando bonos de países periféricos de la zona euro en un esfuerzo por mantener bajas las tasas de interés.

Los mercados no estaban convencidos de que la compra de bonos por parte del BCE sea efectiva a la hora de detener el contagio, y algunos se mostraron decepcionados de que bonos italianos y españoles -cuyos rendimientos treparon por sobre un 6 por ciento recientemente- no hayan sido blanco de las compras.

"No fue una decisión unánime (la compra de bonos). (El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude) Trichet se veía realmente incómodo al anunciarlo", afirmó un operador.

"El mercado, obviamente, lo desestimó muy rápidamente", sostuvo otro operador.