RÍO DE JANEIRO.- Con fama de gestora eficiente, trabajadora infatigable y perfil técnico, María das Graças Foster fue oficialmente nombrada presidenta de la petrolera estatal Petrobras, con lo que se convierte en la primera mujer en ponerse al mando de la empresa bandera del Gobierno brasileño.
A partir del próximo lunes, Foster sustituirá al frente de Petrobras a José Sergio Gabrielli, quien desempeñó el cargo durante casi siete años y lo abandona en medio de especulaciones sobre sus aspiraciones políticas en el estado brasileño de Bahía.
Foster tiene por delante, el desafío de dar el empujón definitivo a la explotación del presal, unas reservas de hidrocarburos localizadas en aguas muy profundas del océano Atlántico, bajo una capa de sal que, en algunas zonas, alcanza los dos kilómetros de espesor.
El presal, con cerca de 8.000 kilómetros cuadrados de extensión frente al litoral de los estados de Río de Janeiro, Sao Paulo, Paraná y Espíritu Santo, puede convertir a Brasil en uno de los mayores productores mundiales de petróleo.
Perfil
Nacida en 1953 en el municipio de Caratinga, en el estado de Minas Gerais, Graça Foster, como es conocida, se trasladó muy joven a Río de Janeiro. Casada y madre de dos hijos, procede de una familia humilde y trabajó desde joven para costearse sus estudios y colaborar en la economía doméstica, según la prensa brasileña.
Estudió ingeniería química en la Universidad Federal Fluminense (UFF), tiene un posgrado en Ingeniería Nuclear por la Universidad Federal de Río de Janeiro y un MBA en Economía por la Fundación Getúlio Vargas (FGV), según su curriculum.
Foster, hasta hoy directora del Área de Gas y Energía de Petrobras, ha desempeñado el grueso de su carrera profesional en la estatal, donde a lo largo de 31 años se ha paseado por infinidad de cargos de alta responsabilidad tras sus inicios como becaria en 1978.
La ejecutiva hizo un paréntesis dentro de la compañía para ejercer como secretaria de Petróleo, Gas Natural y Combustibles Renovables en el Ministerio de Minas y Energía entre 2003 y 2005, cuando la titular de esa cartera era la actual presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
Por decreto de la Presidencia brasileña, Foster fue además secretaria ejecutiva nacional del Programa de Movilización de la Industria Nacional de Petróleo y Gas y coordinadora interministerial del Programa Nacional de Producción y Uso de Biodiesel.
Según colaboradores próximos a Foster, citados por la prensa local, la ejecutiva, de 58 años, es leal, rígida, muy exigente en el cumplimiento de objetivos y goza de la confianza de Rousseff, otra mujer con perfil técnico y fama de autoritaria que ha alcanzado la cima del poder.