MADRID.- La economía española registró una contracción del 0,3% en el último trimestre de 2011, pero creció el 0,7% en el conjunto del año, confirmó hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El organismo estatal explicó que la recaída del consumo de los hogares, con un retroceso interanual del 1,1%, y la mayor contracción del gasto público (3,6%) y de la inversión empresarial (6,2%), fueron los factores principales en la desaceleración.
La publicación de los datos coincide con el anuncio hoy del ministro de Economía, Luis de Guindos, de que la banca debe acometer un saneamiento adicional de 52.000 millones de euros (unos US$ 67.000 millones) para cubrir su riesgo inmobiliario.
El IBEX 35 caía el 2,25% tras los primeros minutos de la sesión de hoy, liderado por la banca.
Tras 20 minutos de sesión bursátil, Bankia cedía un 8,12%; Banco Sabadell retrocedía un 6,18%; Popular un 4,08%; BBVA el 4,05%; Santander un 2,99%; Valencia 2,86% y CaixaBank 2,68%.
El descenso se interpreta como reacción a las nuevas advertencias de Moody’s, que podría rebajar la calificación de 17 entidades financieras europeas y ha recortado la nota de ocho comunidades autónomas españolas.
El INE destacó también que el empleo ha acelerado su caída y ha retrocedido el 3,3%, lo que supone la reducción neta de casi 570.000 puestos de trabajo a tiempo completo en un año.
La demanda exterior ha aumentado su contribución positiva al PIB del último trimestre de 2011, pasando de 2,2 a 3,2 puntos, como consecuencia del notable descenso experimentado por las importaciones (5,9%), pese a que el ritmo de crecimiento interanual de las exportaciones se ha ralentizado (5,2%).
Frente a la fortaleza del sector exterior, la demanda nacional ha agudizado su caída y ha tenido una aportación negativa al PIB de 2,9 puntos.
La recaída interanual del consumo privado se explica porque la remuneración de los asalariados, ha decrecido el 2,1%.
Respecto al ajuste en las administraciones públicas, la reducción del gasto es mayor en la compra de bienes y servicios que en la remuneración de los asalariados.
La inversión ha acentuado su caída, sobre todo por un peor comportamiento de la construcción, que cayó el 8,2%, mientras que la demanda de bienes de equipo se contrajo el 2,7%.
La actividad en la industria ha recaído (0,4%) después de seis trimestres consecutivos de crecimiento, en tanto que la construcción ha registrado una caída aún mayor que en el trimestre precedente (3,7%).
En el sector servicios y la agricultura la actividad ha seguido creciendo, aunque a menor ritmo: el 0,9% y el 0,3%, respectivamente.