BRUSELAS.- Grecia está a un paso de recibir hoy finalmente la luz verde del Eurogrupo al esperado segundo rescate de 130.000 millones de euros que le permitirá evitar una quiebra en marzo, pero la Eurozona debe cuadrar las cifras y hacer sostenible la deuda helena hasta 2020.
"Creo que al final habrá acuerdo", aseguró hoy una fuente diplomática, que señaló que las posibles diferencias sobre si el montante del rescate debiera ser algo mayor "no deben dificultar el acuerdo".
La falta de acuerdo "nos pondría en un camino imprevisible", subrayó.
El primer ministro griego, Lucas Papademos, viajó el domingo a Bruselas para participar en la reunión del Eurogrupo, por lo que podrá mantener contactos con altos cargos de la Unión Europea (UE) y seguir las negociaciones para desbloquear el segundo rescate.
Las declaraciones de diferentes ministros de la Eurozona en las últimas horas apuntan a que Grecia probablemente podrá respirar más tranquilo al término de la decisiva reunión.
La ministra austríaca de Finanzas, Maria Fekter, dijo el domingo que los países del euro están de acuerdo en "no dejar a Grecia en la estacada", pero advirtió de que habrá "intensas negociaciones" sobre los mecanismos de control que la Eurozona quiere implantar para asegurarse de que Atenas de prioridad al pago de la deuda y cumpla estrictamente el programa de ajustes y reformas acordado.
Su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, uno de los que más presión ha ejercido sobre el Gobierno de coalición griego, ha afirmado en una entrevista al diario "Der Tagesspiegel" que los ministros del euro concederán la ayuda "si Grecia aplica hasta finales de febrero todas las promesas y reformas".
El diario británico "Financial Times" ha indicado que existe una lista de 24 acciones previas que Grecia debe efectuar hasta finales de mes.
Pero Schäuble también condicionó la entrega de la ayuda a que estén "todas las demás cuestiones aclaradas", y esas han sido el domingo objeto de debate entre funcionarios de alto rango del euro.
El principal problema que queda ahora por resolver es el de la sostenibilidad de la deuda griega, que no va por buen camino y con la estructura del rescate actual Grecia no podrá reducir la misma del 160% al 120% en 2020, admitió el viernes el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
De lo que se trata es de "acercar" la cifra lo máximo posible al objetivo, con el fin de convencer a todas las partes de que el desvío que quede próximo al 120% es aceptable.
Se estudian medidas y técnicas para solventar el problema de la deuda, como reducir nuevamente los intereses que se cobran a Grecia por los préstamos que ha recibido desde mayo de 2010 o implicar al Banco Central Europeo (BCE), que podría redistribuir los beneficios procedentes de la venta o el canje de bonos a los países del euro y éstos a su vez Atenas y así no financiaría directamente un Estado.