Una persona observa el panel de los vuelos cancelados en la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid Barajas, el pásado viernes 14 de abril, en otra de las jornadas de paro de pilotos de Iberia.
EfeMADRID.- Iberia y los pilotos siguen sin acercar posturas tras un nueva jornada de huelga, en protesta por la creación de la "low cost" Iberia Express, que ha obligado hoy a la compañía a cancelar 125 vuelos, el 37 % de los 334 programados.
La quinta jornada de paro de las treinta convocadas por el sindicato de pilotos Sepla-Iberia entre el 9 de abril y el 20 de julio ha transcurrido sin incidentes y con el cumplimiento de los servicios mínimos, gracias al trabajo realizado por el personal de la aerolínea para reubicar o devolver el importe del pasaje a los viajeros afectados, según la empresa.
Por su parte, el Sepla ha solicitado a Iberia que actúe con cordura y que el conflicto que enfrenta a ambos se solucione dentro de la empresa, aunque ve como única solución acudir a un arbitraje que determine la aplicación de un fallo, tras el fracaso de la mediación del ex ministro Manuel Pimentel.
Precisamente esta tarde Pimentel ha explicado en una entrevista en el programa "Julia en la Onda", de Onda Cero, el porqué de ese fracaso. En su opinión, la mediación fue muy rápida y por ahora, las partes han preferido el conflicto a la intermediación, pero al final, tendrán que ponerse de acuerdo, porque si no será un suicidio de ambas partes.
Durante una comparecencia ante los medios de información, el jefe del Sepla en la compañía, Justo Peral, ha pedido a la aerolínea que alcance con sus pilotos acuerdos semejantes a los que ha logrado British Airways (BA) con los suyos.
A su juicio, tanto BA como Lufthansa o Air France-KLM cuentan con sus pilotos para las línea de bajo coste que han entrado formar parte de sus grupos, por lo que se ha preguntado por qué Iberia actúa de forma distinta.
Unos 3 millones de euros perdidos cada lunes y viernes
Esta semana, el Sepla-Iberia celebrará asambleas en la que informará al colectivo sobre la situación en que se encuentran las negociaciones con la empresa, que en este momento son prácticamente inexistentes, y el desarrollo de la huelga.
Esos treinta días de paro (todos los lunes y viernes) son la continuación de otra tanda de doce paros que efectuó el sindicato entre diciembre y febrero pasados por el mismo motivo y produjo pérdidas del orden de 3 millones de euros por jornada.
Además, el Sindicato de Tripulantes de Cabina (Stavla) ha llamado a tres jornadas de huelga por el mismo motivo -los días 4, 11 y 14 de mayo-, fechas en las que coincidirán con los paros de los pilotos de la aerolínea.
También los sindicatos CNT y CTA convocaron a los trabajadores de tierra de la compañía a secundar paros contra la "segregación de las unidades de negocio de la compañía" los viernes entre el 20 de abril y el 20 de julio.
La postura del resto de los sindicatos -CTA, Sitcpla, UGT y CCOO- es crítica respecto a la huelga, aunque este último se ha manifestado en forma reciente en contra de la intención por parte de Iberia, anunciada la semana pasada, de utilizar la reforma laboral aprobada por el Gobierno como solución a la falta de acuerdo en la negociación que mantiene abierta con la sección sindical de Sepla.
CCOO, al estar en contra de la reforma laboral, como se señala en el facebook del sindicato del aeropuerto de Barajas, no comparte ni aprueba la decisión tomada por la dirección de Iberia de pretender aplicar el descuelgue de los convenios de cualquiera de los colectivos de esta compañía.
Para CCOO, "lo ideal sería" que hubiera acuerdo entre Iberia y Sepla, pero todo hace indicar que éste no va a ser posible, lo que supone una mala noticia, puesto que la intervención de un tercero no deja de ser un parche que probablemente no convenza a ninguna de las partes y, lo que es peor, que las relaciones entre ambas sigan siendo nulas.