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Estadounidense llega a Chile para ofrecer energía limpia desde el centro de la Tierra

Se trata de la energía Geomagmática, desarrollada por el ingeniero Doyle W. Brewington, quien comenzó a trabajar en este invento hace 11 años, luego de vender todas sus acciones en una empresa "contaminante".

09 de Mayo de 2012 | 09:04 | Por Franco Vera, Emol
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El ingeniero e inventor del power Tube, Doyle W. Brewington.

SANTIAGO.- Mientras en Chile se discute sobre cuál es la mejor energía, la más barata, menos contaminante, más segura o la que funciona por más tiempo sin fallas, el matemático, químico, físico e ingeniero Doyle W. Brewington ha llegado a Chile para presentar una tecnología que dice, responde a todas esas exigencias. Suena a película de ficción; sin embargo, ya tiene varios pedidos en el mundo y también en Chile.
 
Se trata de un generador que Brewington bautizó como Power Tube, el que extrae la energía a partir del calor que emite el magma de la Tierra, la que llama energía geomagmática.
 
El Power Tube es un tubo de 1,2 metros de diámetro, que se entierra a unos 500 metros de profundidad. Éste no genera ruido y a diferencia de la energía geotérmica -la que más se le parece- no necesita de agua para funcionar. Brewington asegura además que esta tecnología es más segura, barata y rápida de instalar que cualquier otra fuente energética limpia.


Este generador puede producir 1 MW, 5 MW o 10 MW, según se requiera. Pero también sumar varios de éstos para producir cientos de MW, o hasta 1GW, como ya le han encargado desde Guatemala.
 
Quién es Brewington


Hace once años, Brewington trabajaba y era socio en una corporación que instalaba generadores de energía térmica (con motores a diésel y gas) en Estados Unidos. Conciente de que este tipo de energías con combustibles fósiles están entre las que más contaminan la atmósfera (junto con el carbón), el ingeniero decidió dar un vuelco en su carrera y "pagar" por todo lo que había contaminado.


"Para producir 10 MW se gastan un millón de galones, lo que implican 400 toneladas de CO2 a la atmósfera al año", nos explica en una entrevista vía Skype con Emol.
 
Decidido a revertir ese daño, tomó una opción radical: "Vendí todas mis acciones de la compañía y pasé los siguientes tres años investigando todos los tipos de energía no convencional (ERNC): la solar, la eólica y la geotérmica".


Sin embargo, ahí se dio cuenta de que si bien éstas no eran contaminantes, la energía solar y la eólica no le permitían ofrecer un funcionamiento constante. El aire a veces no corre, y el sol no siempre ilumina. A diferencia de la geotermia, que sí presenta un alto rendimiento. Sin embargo, ésta ocupa agua -bien cada más escaso-.


Fue entonces que dio con la energía geomagmática, una tecnología de generación "muy parecida a la energía geotérmica, pero que a diferencia de ésta, no requiere de agua para funcionar", explica Brewington.


Hasta ahora, ha invertido US$ 20 millones para llegar a producir este generador.


Pedidos en Chile y el mundo


Hoy este ingeniero ya ha presentado su Power Tube al Departamento de Defensa de los Estados Unidos y está trabajando en un desarrollo conjunto con esa entidad. En ese país el generador ya está operando en algunas localidades, y se está produciendo en línea en Albuquerque, Nuevo Mexico.


Desde Guatemala le han pedido la instalación de 100 tubos Power Tube de 10 MW cada uno. Es decir, 1GW, hasta ahora el mayor pedido que ha recibido y el que deberá tener listo en los próximos tres años.


También suma solicitudes desde Pakistán, Perú, Colombia y Ecuador. En este último instalará 11 MW en las islas galápagos.


Pero Chile tampoco se queda fuera de este desarrollo. Según explican quienes realizan un joint venture de su producto en el país, los pedidos suman 130 MW, de los cuales 120 MW son para el sector minero (en las regiones II, IV y VI), 5 MW para reutilización de calor, y 5MW para electricidad domiciliaria en Isla de Pascua.


Por ahora, Brewington explica que su idea es instalar 25 plantas productivas de su turbina en el mundo, cada una de las cuales tendría el potencial de producción de 500 Power Tube al año, dando empleo a 300 personas por planta.


Si logra su objetivo, dice que los 12.500 tubos que se podrían instalar al año, los que permitirían evitar que unos 4 millones de toneladas de CO2 lleguen a la atmósfera.


Además, asegura que la instalación de uno de estos tubos toma tan sólo unos 6 meses, y que la mantención se realiza cada 5 años, tomando tan solo 8 horas de trabajo. El resto del tiempo, el funcionamiento es constante, las 24 horas del día, siete días a la semana.


Los costos, explica, se elevan hasta alrededor de US$ 1 millón por cada MW, en base a una profundidad de 500 mts. Asegura que esto valor además hace muy competitiva a esta nueva tecnología.


Doyle se encuentra en Chile en este momento para presentar su desarrollo. Para ello irá esta mañana a las 11:00 horas al Congreso, y ofrecerá una conferencia en espacio Riesco, mañana jueves 10 de Mayo a las 09:30 horas en Espacio Riesco.

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