MADRID.- La sociedad que gestionará los activos inmobiliarios tóxicos de la banca española, denominada Sareb o "banco malo", fue constituida hoy con aportaciones económicas de los grandes bancos, que destinaron inicialmente 430 millones de euros, pero con la ausencia del BBVA.
La Sareb amplió capital para dar entrada a cinco inversores privados, el banco Santander, con 164 millones, Caixabank con 118 millones, el Sabadell con 66 millones, el Banco Popular con 57 millones, y Kutxabank con 25 millones.
Estas cifras suponen la cuarta parte de las aportaciones totales de cada entidad. El 75 por ciento restante se hará en forma de compra de deuda subordinada en los próximos días.
Antes de final de año habrá una nueva ampliación de capital para dar entrada a otras entidades de crédito y a aseguradoras privadas, según el Ministerio de Economía español.