TAIPEI.- El nuevo Presidente de Taiwán, Chen Shui-bian, asumió hoy el cargo en una histórica transferencia de poder y en medio de fuertes presiones para que mejore las relaciones con su vecina China.
Chen, quien a los 49 años es el Mandatario más joven que haya tenido el país, es un antiguo abogado marítimo que se involucró en la política al defender a activistas democráticos que fueron arrestados durante la represiva época marcial, que finalizó en 1987 y dio paso a una sólida democracia.
El triunfo sorpresivo del ex alcalde de Taipei en las elecciones presidenciales del 18 de marzo puso fin al dominio de cinco décadas que gozó el Partido Nacionalista sobre la presidencia de Taiwán. Chen reemplaza a Lee Teng-hui, el primer gobernante en ser elegido popularmente.
Chen enfrenta fuertes presiones para que desactive las explosivas relaciones con China. Su discurso inaugural buscaba calmar los ánimos del vecino gigante comunista.
Los líderes de Beijing podrían desdeñar esta transferencia histórica de poder. En cambio, escudriñarán de cerca el discurso inaugural de Chen Shui-bian en busca de señales de que está listo para ceder en su principal demanda: que Taiwán es parte inseparable de "una sola China".
Se espera que Chen no acepte esta exigencia, a la cual se opone la mayoría de los taiwaneses, de acuerdo con algunas encuestas. Sin embargo, se espera que logre apaciguar a China mediante el levantamiento de una prohibición a envíos directos y la reanudación de vuelos directos entre la isla y el continente.
Desde que una guerra civil dividiera a ambas partes hace 51 años, China insiste que la isla de Taiwán, ubicada a 130 kilómetros de su costa sur, debe reunirse con el continente.
El gobierno de Beijing ha insistido en varias ocasiones que la búsqueda de la independencia de Taiwán es motivo para iniciar la guerra.
