JOLO.- Los rebeldes musulmanes que desde hace más de un mes retienen en Filipinas a 21 rehenes, en su mayoría extranjeros, cancelaron el viernes el previsto inicio de un diálogo formal con negociadores del gobierno.
El negociador jefe de Manila, Roberto Aventajado, dijo que los guerrilleros suspendieron la reunión porque habían trasladado a los rehenes.
Aventajado dijo esperar ahora que las conversaciones comiencen el sábado.
"Creo que tendremos que hacerlo otro día", dijo el enviado a los periodistas. "Como se habrán dado cuenta (...) el grupo ha sido trasladado a otro sitio y ese es el motivo por el cual hemos estado esperando aquí".
No hubo detalles adicionales de hacia dónde se desplazaron los rebeldes del movimiento Abu Sayyaf (Padre de la Espada) y sus cautivos, pero están cercados por fuerzas del gobierno.
Los rehenes dijeron antes a periodistas filipinos a quienes se permitió el acceso al campamento rebelde que algunos de ellos han pensado en el suicidio y equipos médicos que los han visitado afirman que muchos de los cautivos están enfermos.
"Queremos irnos, ese es el mensaje que deseamos enviar", dijo el jueves la libanesa Marie Moarbes. "No podemos esperar más y a nadie parece preocuparle".
REHENES ENFERMOS
Muchos de los rehenes padecen de diversas enfermedades, que van desde la depresión y la hipertensión a infecciones pulmonares y hemorragias rectales.
"Están sufriendo pesadillas. Algunos están, en verdad, sopesando el suicidio", dijo, esta semana, el rehén finlandés Risto Vahanen.
Los periodistas que los han visitado dicen también que hay creciente incomodidad entre los rehenes.
Los negociadores del gobierno y los rebeldes estaban supuestos a reunirse a la 0100 GMT del viernes, pero la guerrilla mantuvo esperando a Aventajado y su equipo.
A eso de las 0700 GMT, un guerrilero entregó al equipo de Manila una carta de los líderes rebeldes.
No se divulgaron detalles, pero fuentes dijeron que los rebeldes desean la inclusión de más líderes musulmanes en las conversaciones.
