SAO PAULO.- El ex presidente brasileño Fernando Collor de Mello lanzó formalmente su candidatura a alcalde de Sao Paulo por un minúsculo partido de derecha y se autoproclamó abanderado de los "descamisados y pies descalzos".
"Aquellos que los están oprimiendo son los mismos que en 1992 me sacaron de la presidencia", sostuvo en su discurso ante 2.000 simpatizantes.
Collor de Mello (1990-92) lanzó su candidatura el domingo por la noche por el Partido Renovador Laborista Brasileño (PRTB, por sus siglas en portugués), en un acto amenizado por la actuación de grupos musicales.
En su discurso, pidió el apoyo de los pobres y marginales, "los descamisados y pies descalzos", de los que se declaró su representante.
No obstante, su candidatura pende de una decisión final del Tribunal Superior Electoral ante la fuerte polémica surgida por el cambio de domicilio del ex mandatario.
Collor de Mello se mudó a Sao Paulo desde su natal Maceió, en estado de Alagoas, nordeste del país, para aspirar a la alcaldía paulista.
En primera instancia, el juez de la 346 zona electoral, Pedro Baccarat, rechazó el cambio de domicilio, pero el ex mandatario consiguió luego una victoria en el Tribunal Regional Electoral y siguió en carrera hacia la intendencia.
"No tengo ninguna duda de que mi candidatura recibirá el apoyo y la confianza del electorado", dijo.
Diferentes sondeos privados ubican al ex mandatario en el último lugar de las preferencias para las elecciones del 1 de octubre con un escaso respaldo.
Collor asumió la presidencia de Brasil el 15 de marzo de 1990, pero dos años después sufrió un "impeachment", sacudido por un escándalo de corrupción denunciado por su hermano, Pedro Collor.
El Congreso le suspendió sus derechos políticos hasta diciembre del 2.000, lo que será un segundo obstáculo en sus aspiraciones políticas.
Collor de Mello, de 50 años, entiende que la suspensión de sus derechos políticos, que vence en diciembre, no le impedirá lanzar su candidatura.
Según sus abogados, la prohibición es para asumir cargos públicos y no para presentarse a elecciones, ya que, de ser electo intendente, debería asumir el 1 de enero del 2.001.
Sin embargo, su ambición choca contra la negativa de los demás partidos políticos y de juristas que vaticinan un gran fracaso de Collor.
