JOLO, Filipinas.- La situación de los 21 rehenes, entre ellos diez turistas, retenidos en la sureña isla filipina de Joló por el grupo separatista musulmán Abu Sayaf no ha cambiado: su salud merma y la reunión mantenida hoy con los secuestradores no aventura una pronta liberación.
Los emisarios del equipo negociador del Gobierno de Filipinas acordaron una reunión formal con los jefes de Abu Sayaf "para este sábado o al principio de la semana próxima", según confirmaron los enviados a su regreso a Joló, capital de la isla.
A esa reunión acudirán Roberto Aventajado, asesor de la Presidencia y quien encabeza el cartel negociador del Gobierno filipino, y los jefes de Abu Sayaf.
Por su parte, el portavoz de la Presidencia, Ricardo Puno, no supo decir a la prensa en Manila cuándo se solucionará este secuestro que comenzó el 23 de abril y si se producirá, al menos, la liberación de alguno de los rehenes.
El gobernador de Joló, Abdusakar Tan, unía su voz el miércoles a la de aquellos que piden la inmediata hospitalización de cuatro de los rehenes por razones de salud.
Según la doctora filipina Nelsa Amin, quien los atiende regularmente, la alemana Renate Wallert sufre una artritis e hipertensión serias, la sudafricana Monique Strydom está embarazada de casi cuatro meses, el francés Stephane Loisy padece una infección de orina y serios trastornos síquicos debidos al largo cautiverio y el malasio Zulkarnai Bin Hashim fue picado por un escorpión.
"Bien, a decir verdad, ya no estoy seguro sobre 'mañana', porque hay indicios de que puede volver a demorarse. Nadie está más interesado que nosotros en las negociaciones directas para la liberación de los rehenes", indicó el portavoz de la Presidencia.
Puno explicó que se encontraban en la fase de contestación a la respuesta dada por Abu Sayaf a sus comentarios a las primeras demandas, pero también dijo que el grupo separatista insiste en sus peticiones.
Estas son la independencia, algo que el Gobierno filipino, afirma Ricardo Puno, nunca negociará, y una comisión que investigue los supuestos malos tratos que reciben los filipinos en el Estado malasio de Sabah, a lo que Malasia ya ha contestado con un "imposible".
"En lo que a nosotros respecta, ya hemos dado muchas señales de buena voluntad en respuesta a las demandas de Abu Sayaf", señaló Puno.
Un funcionario del Gobierno del Presidente Joseph Estrada comentaba a finales de mayo que según las estadísticas la mayoría de los secuestros que se producen en Mindanao, como éste de Joló, tardan una media de tres meses en solucionarse.
La alternativa de una intervención armada, como han requerido los gobiernos que tienen ciudadanos entre las 21 personas secuestradas, también está descartada de momento.
Los rehenes son tres alemanes, dos franceses, dos surafricanos, otros tantos finlandeses y filipinos, una libanesa y nueve malasios, trabajadores y turistas que se encontraban en la isla malasia de Sipadan, en el norte de Borneo, cuando un grupo de hombres armados se los llevó a la fuerza al sur de Filipinas.
Los hombres armados resultaron ser miembros de Abu Sayaf, un grupo musulmán que inició en 1990 una lucha armada -basada en actos terroristas y criminales- para establecer un estado islámico independiente en Basilán, isla vecina a Joló; aunque recientemente han ampliado esa meta a todo Mindanao.