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Ulster: Intentan resolver crisis de Drumcree

A dos días de la polémica marcha, David Campbell, enviado del ministro principal de Irlanda del Norte, el unionista David Trimble, y el mediador Richard Monteith presentarán a la Comisión un informe detallado sobre la historia de los desvíos del desfile del monte de Drumcree, en Portadown, destino final de la marcha.

07 de Julio de 2000 | 05:37 | EFE
BELFAST.- Tras cinco días de disturbios, las partes implicadas en la crisis de Drumcree (Irlanda del Norte) intentan hoy un acuerdo de última hora para evitar que se produzca más violencia en el desfile orangista de este domingo.

La llamada Comisión de Desfiles ha prohibido que los protestantes de la Orden de Orange pasen por el barrio católico de Garvaghy Road, en la localidad norirlandesa de Portadown.

A dos días de la polémica marcha, David Campbell, enviado del ministro principal de Irlanda del Norte, el unionista David Trimble, y el mediador Richard Monteith presentarán a la Comisión un informe detallado sobre la historia de los desvíos del desfile del monte de Drumcree, en Portadown, destino final de la marcha.

El informe subraya el papel jugado por la organización protestante para resolver las crisis planteadas en años precedentes.

Ambos negociadores, que también dialogarán con residentes locales, tratarán de limar asperezas tras la decisión, el pasado lunes, de la Comisión de Desfiles de prohibir el paso de los orangistas por el distrito católico de Garvary Road para llegar a la iglesia del monte de Drumcree.

Según un portavoz del palacio de Stormont, sede del Gobierno autónomo norirlandés, "la delegación tratará de explicar cómo la orden de Orange en Portadown ha intento solucionar el problema con buena fe y cómo sus intentos han fracasado".

"Esperamos que la Comisión de Desfiles reconsidere su decisión, aunque también les pedimos que tengan en cuenta los hechos", añadió dicho portavoz.

El ministro británico para Irlanda del Norte, Peter Mandelson, ha celebrado el intento de apaciguar los ánimos de la orden de Orange, sobre todo después de cinco días y cinco noches de violencia en varias localidades de Irlanda del Norte.

La tensión llegó hasta tal punto que en la propia Belfast se produjeron disparos entre paramilitares protestantes y la policía, que mantiene un despliegue considerable en las zonas más conflictivas de la provincia.

Mandelson añadió: "Ahora vemos un gesto constructivo y elogiable de los orangistas de Portadown al decir que hablarán con la Comisión de Desfiles y con residentes, algo a lo que, hasta la fecha, se habían negado".

Campbell y Monteith cuentan con experiencia en la resolución de este tipo de conflictos puesto que han participado varias veces en conversaciones con el enviado del primer ministro británico, Tony Blair, y los residentes nacionalistas del Garvaghy Road.

Mientras los orangistas y la comisión buscan un acuerdo, el Ejército británico ha reforzado su presencia en los alrededores de Drumcree en vísperas del polémico desfile.

Tras los estallidos de violencia que se han producido en los últimos días, las tropas levantan alambradas junto a la barrera de acero instalada en la carretera que une Drumcree y Garvaghy Road.

El desfile de Portadown, que conmemora la victoria del rey protestante Guillermo III de Orange frente el soberano católico Jaime II, marca el punto culminante de la temporada de marchas en Irlanda del Norte y en los últimos años se ha visto empañado por la violencia.