LA PAZ.- El presidente Hugo Banzer dijo hoy que sólo si las empresas de Chile y Bolivia que polemizan por el uso de las aguas del Silala no llegan a un acuerdo, se recurriría al arbitraje internacional.
Dijo en conferencia de prensa que espera que la disputa se resuelva mediante acuerdo entre las empresas, y que sólo debería llegar al nivel gubernamental en última instancia.
"No es aún un tema para el Presidente de la República", dijo, sino que debe resolverse a nivel empresarial con el cobro y pago de las facturas, agregó.
"El arbitraje internacional debe darse como un último recurso, si se agota el diálogo y no se logra acuerdo" entre la empresa boliviana DUCTEC y las chilenas que utilizan el agua, reiteró.
El problema surgió cuando el gobierno boliviano adjudicó esas aguas a un consorcio privado para que las comercialice con las empresas chilenas que las utilizan.
Entre 1906 y 1997, las aguas fueron usadas por empresas chilenas en forma gratuita, de acuerdo a una autorización otorgada por la prefectura de Potosí a The Antofagasta and Bolivian Railway, de capitales ingleses y chilenos.
El canciller Javier Murillo dijo que esa autorización fue revocada en 1997 por la misma prefectura de Potosí porque la empresa ferroviaria dejó de operar en los años 60 y las aguas eran utilizadas por empresas mineras chilenas, en especial la Corporación del Cobre y su mina Chuquicamata.
La empresa The Antofagasta and Bolivian Railway suministra agua a los poblados chilenos de Baquedano y Sierra Gorda, en la región de Calama.
Murillo insistió en que las aguas del Silala nacen en ojos de manantiales en territorio boliviano, y no en un río de curso sucesivo, como sostienen empresarios y autoridades chilenas.