SAN SEBASTIÁN.- El Presidente del Gobierno español, José María Aznar, dijo hoy que los terroristas de ETA, a quienes llamó "genocidas", "tienen motivos para estar preocupados" y lo van a comprobar pronto.
Aznar hizo esta declaración en San Sebastián, en el País Vasco, tras visitar la capilla ardiente con los restos mortales de Juan María Jáuregui, el político socialista asesinado ayer, sábado, en la localidad de Tolosa.
"Vamos a seguir trabajando y actuando, no nos van a ver pestañear ni dar un paso atrás, que nadie tenga duda", añadió el presidente del Gobierno.
Aznar lanzó un mensaje de confianza hacia las fuerzas de seguridad del Estado porque, dijo, cumplen con su trabajo y alcanzarán más éxitos como el conseguido en Zaragoza, donde fueron detenidos el viernes dos presuntos miembros de ETA que pretendían atentar contra el alcalde de esa ciudad aragonesa, José Atarés.
En este contexto, dirigió una advertencia a aquellos que dan órdenes en ETA, a quienes las ejecutan y a quienes les apoyan: "Les vamos a dar todos los motivos para estar preocupados".
Se refirió también a los partidos nacionalistas vascos y afirmó que no espera otra cosa de "ese pacto de violencia, ese pacto de crueldad, de ignominia, ese pacto que tantas víctimas está causando, que es el pacto de Estella, sea definitivamente abandonado".
El pacto de Estella, firmado en septiembre de 1998 por el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y la coalición independentista Euskal Herritarrok (EH), entre otros, fijó un eventual escenario de diálogos de paz y facilitó la declaración de tregua de ETA.
Pero quince meses después la organización terrorista rompió el alto el fuego y el Gobierno de Aznar exige ahora al PNV, que gobierna en el País Vasco desde 1980, que abandone ese pacto.
A juicio de Aznar, algunos dirigentes del PNV están escribiendo "una página tan vergonzosa, tan bochornosa, que con una piqueta en la mano están dinamitando de una manera demencial su propio partido, sus propias bases, su propio edificio histórico y las posibilidades de buscar una salida política por la victoria de la democracia y la libertad en la lucha contra el terrorismo".
El Gobierno, añadió, mantendrá su política, porque "esta batalla, por mucha crueldad que pongan unos, por mucha torpeza que pongan otros, por mucha complicidad necia que pongan otros, es una batalla que la libertad acaba ganando, no tengo la más mínima duda".
El jefe del Ejecutivo calificó de "genocidas" a los terroristas, porque "si tuviesen capacidad para matar a tres mil o cuatro mil personas por semana, lo harían, simplemente por el hecho de que no son nacionalistas" o porque creen "en la libertad y en la democracia".
