MADRID.- Miles de personas se concentraron este lunes por la tarde en distintas localidades de España para expresar su repulsa al más reciente atentado atribuido al grupo separatista ETA, que costó la vida ayer domingo a dos guardias civiles en la provincia de Huesca.
El Movimiento contra la Intolerancia convocó concentraciones silenciosas en Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Valladolid y Jérez, en protesta por las muertes de los guardias civiles Irene Fernández Pereda y José Angel de Jesús, que fallecieron ayer en Sallent de Gallego, Huesca, al explotar una bomba adosada debajo de su coche patrulla.
En Zaragoza, miles de ciudadanos mostraron su duelo en la Plaza del Pilar bajo el lema "Aragón por la Paz y contra el Terrorismo", mientras coreaban consignas contra ETA (Patria Vasca y Libertad) y lanzaban vítores a la Guardia Civil.
En el País Vasco, cientos de personas salieron a las calles de las tres capitales vascas -Bilbao, San Sebastián y Vitoria- convocados por el Foro de Ermua.
En Madrid, y bajo la pancarta "Por la paz, ETA no", cientos de personas se congregaron en la Puerta del Sol en respuesta a una nueva convocatoria del Movimiento contra la Intolerancia para pedir la plena utilización de los mecanismos del estado de derecho en la lucha contra los actos del grupo armado.
"La razón del derecho es mucho más fuerte que la de la bomba lapa, la del tiro en la nuca o la del cóctel molotov", dijo el comunicado leído por José Morata, vicepresidente de la Asociación de Guardias Civiles COPROPER.
Algunos de los concentrados, entre los que se encontraban el presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz Gallardón, portaban carteles con frases como "Vascos sí, ETA no", o "Contra el fascismo y por la libertad".
En Talavera, localidad de la que era natural José Angel de Jesús, cientos de personas se congregaron frente al ayuntamiento, donde se leyó un comunicado en solidaridad con la familia de los fallecidos y en apoyo a la Guardia Civil.
ETA ha asesinado a siete personas desde que en diciembre del año pasado pusiera fin a la tregua de 14 meses y de unas 800 desde el inicio de su campaña armada por la independencia del País Vasco a finales de la década de 1970.
