JOLO.- Un emisario gubernamental partió este lunes hacia el escondite en la selva de la agrupación extremista musulmana Abu Sayyaf, en una isla al sur de Filipinas, en un intento de liberar al rehén sudafricano, luego de que su esposa y otros cuatro cautivos fueran liberados ayer.
Carel Strydom, un contador de 36 años procedente de Johannesburgo, iba a ser liberado el domingo, pero los rebeldes cancelaron esta decisión a último momento en la isla de Jolo, provincia de Sulu, 1.000 kilómetros al sur de Manila.
El jefe negociador del gobierno filipino, Roberto Aventajado, dijo que Strydom no fue puesto en libertad por "alguna razón desafortunada".
Ayer, los rebeldes liberaron a la esposa de Strydom, Monique, la ingeniera mecánica francesa Sonia Wendling, de 34 años, la corresponsal de la emisora televisiva France 2 Maryse Burgot, de 36, la sudafricana Monique Strydom, de 36, la franco-libanesa Marie- Michel Moarbes, de 32, y al profesor de geografía alemán Werner Wallert, de 57 años.
Los cinco permanecieron durante la noche en una sala V.I.P. del aeropuerto internacional en la ciudad central de Cebu, para aguardar la liberación de Strydom.
Allí estaba lista una aeronave libia para trasladarlos a la capital libia, Trípoli, donde se reunirán con el líder revolucionario Muammar Gaddafi, dado que Libia tuvo un papel central en la mediación.
Si bien estaban contentos de que su penosa experiencia terminó, los rehenes liberados expresaron su preocupación por el destino de aquellos que aún están cautivos.
"Nos sentimos aliviados pero no estamos contentos porque aún hay gente allí", dijo Moarbes, quien el domingo se reencontró con su padre, Michel. "O sea que para nosotros esto no ha terminado", agregó.
En cautiverio se encuentran aún el hijo de Wallert, Marc, el novio de Wendling, Stephane Loisiy, así como los colegas de Burgot, Jean le Garrec y Roland Madura, junto a los finlandeses Risto Vahanen y Seppo Fraenti.
Aventajado aseveró que continuará trabajando para la liberación de los restantes cautivos, la mayoría de los cuales son retenidos hace más de cuatro meses por los rebeldes.
"Aún hay mucho trabajo por hacer", dijo ayer luego de recibir a los cinco liberados. "No pararemos hasta tener éxito en liberar a todos", agregó.
La crisis en torno a la captura de 21 turistas y trabajadores comenzó el 23 de abril en el balneario de Sipadán, en Malasia, cuando fueron secuestrados por rebeldes de Abbu Sayyaf.