MEXICO.- Agentes de la brigada criminal de Francia llegaron hoy a México para interrogar, en calidad de testigo, al presunto torturador argentino Ricardo Miguel Cavallo sobre la desaparición y tortura de dos monjas francesas durante el régimen militar en Argentina (1976-1983).
A su llegada a la Ciudad de México, los dos agentes se limitaron declarar que su visita a México obedece a una petición de un juez francés.
El 25 de agosto pasado, el juez francés Roger Le Loire envió una petición a la Fiscalía mexicana para que tomará declaración a Cavallo sobre la denuncia presentada por las familias de las religiosas Léonie Duquet y Alice Domon, secuestradas en 1977 durante la dictadura argentina.
Los policías Chistopher Boucherin y Delphine Meurtebize, quienes señalaron que no harán declaraciones oficiales en México "porque se los impide la Ley de Francia", sólo permanecerán dos días en la capital mexicana.
El agregado policial de la embajada de Francia en México, Ives Gibaud, explicó que sus colegas visitarán el lunes próximo a Cavallo en su celda en una prisión en la capital mexicana, donde permanece desde su detención, el 24 de agosto pasado.
"El juez de instrucción, en este caso Roga, le encargó a los agentes de la policía investigar el caso Argentina y después ellos informarán al juez, por lo que no podrán hacer declaraciones", subrayó Gibaud.
Cavallo, director hasta el 24 de agosto pasado del Registro Nacional de Vehículos (Renave) de México, fue detenido en Cancún para responder a las acusaciones de supervivientes de campos de concentración en su país que lo identificaron como su torturador.
Ese mismo día, el juez español, Guillermo Ruiz Polanco -en sustitución de su colega Baltasar Garzón- ordenó su arresto con fines de extradición por genocidio, tortura y terrorismo.
La detención de Cavallo alcanzó tintes dramáticos luego de que la policía mexicana localizó el pasado día 7 de septiembre el cadáver del subsecretario de Comercio, Raúl Ramos, en un paraje boscoso próximo a la Ciudad de México.
Ramos, supervisor del Renave, supuestamente se suicidó cortándose las venas de una pierna, las muñecas y el cuello.
El subsecretario dejó varias cartas en las que eximía de cualquier responsabilidad a sus colaboradores y defendía su honradez en la conflictiva adjudicación del Renave a la empresa de Cavallo y sus socios.
El Gobierno de México decidió el pasado jueves intervenir el servicio del Renave y anunció que estudiará causas legales para retirar la concesión del organismo a Cavallo y sus socios.
