HARRISBURG.- Un reo condenado a muerte por estrangular a su compañero de celda y que ha pedido retirar todas las apelaciones por su condena, probablemente se convertirá en la primera persona que será ejecutada por el gobierno federal en 37 años.
David Paul Hammer, de 41 años, un convicto tan violento que el estado de Oklahoma le construyó una celda especial de aislamiento con puertas de acero y vidrio especial a prueba de roturas, deberá ser ejecutado por inyección letal el 15 de noviembre.
La fecha fue fijada por un juez federal en Williamsport, Pensilvania, el jueves, después que un panel de apelaciones cedió a su petición de retirar la apelación a su sentencia de muerte.
Hammer, quien se encuentra en el pabellón de los condenados a la pena capital en Terre Haute, Indiana, donde podría llevarse a cabo la ejecución, se está defendiendo a sí mismo. Su abogado nombrado por la corte, Ronald C. Travis, no tiene autorización para actuar.
"No sólo conduce el tren, también es el fogonero", dijo Travis.
Hammer, quien está encarcelado desde los 19 años de edad, asesinó a Andrew Marti en 1996 al atarlo a su cama y estrangularlo con un trozo de sábana en la Penitenciaría Federal de Lewisburg, en Pensilvania.
Antes del asesinato, Hammer obtuvo fama de ser uno de los presos más problemáticos de Oklahoma. Fue condenado a más de 1.200 años de cárcel por una serie de secuestros e intentos de asesinato que llevó a cabo después de fugarse de la prisión a principios de la década de 1980.
Sus fechorías mientras estuvo en la prisión estatal incluyeron fraudes con tarjetas de crédito y de hacer amenazas de bomba telefónicas que llevaron al cierre del capitolio de Oklahoma.
En una ocasión empleó la tarjeta de crédito de un empleado de la cárcel para enviarle flores al alcaide.
