BELICE.- El huracán Keith se debilitó el lunes a categoría uno, pero aún afectaba la costa de Belice y México con fuertes vientos que derumbaron árboles, mientras sus lluvias torrenciales se extendían hasta Nicaragua, donde una persona se ahogó en un río desbordado.
Autoridades del servicio de Protección Civil del estado mexicano de Quintana Roo dijeron que el huracán se clasificaba ya en la categoría uno, la más baja de la escala Saffir-Simpson, pero aún mostraba vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora y rachas de 165 kilómetros por hora.
El centro del meteoro se encontraba a unos 55 kilómetros al noreste de la ciudad de Belice, según un informe matutino del Servicio Meteorológico de Estados Unidos, y se espera que tenga poco movimiento en las próximas 12 a 24 horas, para luego tomar una dirección norte-noroeste.
"Aún estamos capeando la tormenta. No tenemos informes de heridos o muertos. Está lloviendo por todo el país", dijo un portavoz de la Organización de Administración de Emergencias de Belice.
Agregó que las áreas más golpeadas son las de Cayo Ambergris y Cayo Caulker, donde está interrumpido el servicio telefónico.
La oficina meteorológica estadounidense dijo que Keith podría convertirse en tormenta tropical en el transcurso del día.
Fuertes lluvias se observaban también en diferentes partes de la península de Yucatán, al oriente de México, así como en Honduras y Nicaragua. "Estas lluvias podrían producir deslaves e inundaciones que ponen en riesgo la vida", dijo el centro meteorológico estadounidense.
El Comité de Emergencia Nacional de Nicaragua reportó el sábado la muerte de un joven de 16 años que se ahogó en un río a 100 kilómetros de Managua.
Autoridades mexicanas mantenían como zona de alerta la región de la costa este, desde el estado de Quintana Roo y hasta el de Yucatán.
En la llamada sonda petrolera de Campeche, en la que se encuentran 156 plataformas de perforación petrolera, unos 6.300 trabajadores fueron regresados a tierra.
Capital de Belice inundada y sin energía
El domingo, residentes de Belice, país enclavado entre México y Guatemala, dijeron que las olas golpeaban las viviendas de la costa y que el puerto de la capital estaba inundado y carecía de energía eléctrica.
"Las calles están ocho pulgadas (20 centímetros) bajo el agua", dijo Abraham Pena, un hondureño que vive en la ciudad de Nuevo Orleans y que se encontraba en la ciudad de Belice por negocios y vacaciones.
"Estamos en un edificio muy seguro, afortunadamente, pero estamos muy preocupados por otras personas en Belice.
Ráfagas de viento levantaban los techos en Cayo Caulker, una pequeña isla a 31 kilómetros al este de la ciudad de Belice, dijo el capitán de un taxi acuático Martin Carrasco a Reuters vía telefónica.
"Está muy feo esto", dijo, claramente preocupado. "Estoy exactamente frente a la playa. Estamos frente a la playa, luchando aquí y rogando a Dios que todo salga bien. El mar está realmente embravecido y algunas de las calles están indundadas", agregó.
Keith, uno de los más severos huracanes del año y el séptimo de la temporada en el Atlántico, también afectaba el sureste de México, donde se evacuaron a 5.000 habitantes de zonas bajas de la ciudad de Chetumal, en el sureño estado de Quintana Roo, en la Península de Yucatán.
El primer ministro de Belice, Said Musa, lanzó un llamado para congelar los precios en el país, después de que los propietarios de tiendas aumentaron los precios de los comestibles ante compras de pánico.
En Chetumal, habitantes de la ciudad dijeron que en algunos comercios había escasez de comida, debido a las compras previas a la posible llegada del huracán.
