JERUSALEN.- Israelíes y palestinos trabaron el viernes escaramuzas esporádicas, a sólo horas del plazo acordado para terminar una ola de violencia que ha devastado el proceso de paz en Oriente Medio.
El Primer Ministro Ehud Barak hizo una clara advertencia a los palestinos de que Israel defenderá inflexiblemente a su pueblo, si no cesan los enfrentamientos, diciendo: "El gobierno hará todo lo que pueda para proteger los intereses vitales del país".
Barak y el líder palestino, Yasser Arafat, acordaron el martes en una cumbre medida por Estados Unidos en el balneario egipcio de Sharm el-Sheikh, que la violencia debe cesar y fijaron un plazo de aproximadamente 48 horas, a partir de la tarde del miércoles.
Los enfrentamientos se moderaron inicialmente, pero dos personas murieron en un resurgimiento de los combates a inmediaciones de la ciudad cisjordana de Naplusa, el jueves, y un adolescente murió el viernes en cercanías de Salfit, llevando a 109 el total de muertos en tres semanas de batallas callejeras. Casi todos los muertos eran árabes.
La policía de Jerusalén, aplicando una prohibición a la presencia de feligreses menores de 40 años, forcejeó el viernes con adolescentes palestinos que trataron de superar una barrera para ingresar al recinto de la mezquita de al-Aqsa a orar.
Cientos de palestinos marcharon fuera de la amurallada Ciudad Vieja gritando "Allahu Akbar" (Dios es grandioso) y "Combatiremos para defender Jerusalén". Algunos pidieron, a gritos, que Irak y la guerrilla de Hizbolah en el Líbano ataquen Tel Aviv.
El ejército israelí dijo que un palestino resultó herido en un intercambio de disparos en la Franja de Gaza, bajo gobierno palestino, y que sus tropas utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes cerca de la frontera con Egipto.
CLINTON INTENSIFICA LA PRESION
El Presidente estadounidense Bill Clinton telefoneó el jueves por la noche a Arafat y Barak, para presionarlos más a asegurarse de que termina la violencia.
Las próximas 48 a 72 horas habrán de indicar, probablemente, si el acuerdo de cese el fuego tendrá algún impacto, dijo Clinton.
Ambas partes "desean, desesperadamente, que no se desmantele", dijo Clinton a los periodistas a bordo del Fuerza Aérea Número Uno, a su retorno a Washington de una visita al estado de Connecticut.
Barak ha dicho, repetidamente, que desea que el proceso de paz continúe, pero también ha reiterado que el ejército responderá con firmeza, si se le ataca.
"Estamos confrontando un desafío de gran envergadura y vamos a prevalecer, en tanto nos mantengamos firmes en defensa de nuestros intereses vitales", dijo Barak a residentes de Gilo, un suburbio en las afueras de Jerusalén, que ha sido sujeto de ataques esta semana.
Israel ha asegurado que no cooperará con una investigación de la ONU en torno a la ola de violencia y ha calificado de parcial una resolución que acusa a Israel de "crímenes de guerra" y "crímenes contra la humanidad".
La resolución árabe-islámica, aprobada el jueves por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, instauró una comisión para que investigue la violencia.
Los palestinos dicen que Israel es responsable de la violencia y dicen que el ejército ha avivado las tensiones por recurrir al uso excesivo de la fuerza.
Las tensiones seguían elevadas el viernes. El movimiento Fatah de Arafat y el grupo extremista islámico Hamas figuraban entre las 12 facciones palestinas que instaron a los palestinos a sumarse a protestas después de las plegarias del mediodía.
En una hoja volante, las facciones dijeron que las protestas se habían convocado para hacer énfasis en que "nuestras masas están comprometidas con la senda de la intifada (insurrección) de al-Aqsa y la independencia".
