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Calma en Filipinas tras atentados

Sin embargo, los habitantes de Manila evitaron las usuales compras de la Víspera de Año Nuevo, una de las principales celebraciones del año en la nación católica.

31 de Diciembre de 2000 | 10:57 | REUTERS
MANILA.- La capital filipina se encontraba el domingo en una tensa calma, un día después de que una serie de explosiones de bombas mató a 14 personas e hirió a más de 100.

Los habitantes de la ciudad evitaron las usuales compras de la Víspera de Año Nuevo previas a las fiestas de la medianoche, una de las principales celebraciones del año en la nación católica, caracterizada por fuegos artificiales y disparos al aire.

Las autoridades dijeron no tener pistas sobre los responsables de las explosiones y la policía se preparaba para hacer frente a nuevos ataques.

"No hay pistas fuertes hasta ahora", dijo a Reuters el portavoz presidencial Mike Toledo.

Al menos tres personas fueron interrogadas, pero el superintendente de la policía, Avelino Razon, dijo que no se había producido ningún acontecimiento significativo.

Dirigentes de oposición dijeron que los atentados podrían ser obra de agentes del gobierno, para forzar la declaración de una ley marcial o estado de emergencia y detener el juicio político del presidente Joseph Estrada.

Hasta momento, el juicio, en el que Estrada es acusado de corrupción y soborno, no ha sido favorable al Mandatario, según analistas. Los procedimientos se reanudarán el martes, tras el receso navideño, y Toledo dijo que no hay planes de cambiar el cronograma.

A la pregunta de si los atentados lo forzarían a imponer una ley marcial, Estrada dijo el sábado a los periodistas: "La situación está bajo control. Eso está lejos de mi mente".

Estrada declaró un estado de alerta y ordenó a la policía y a las fuerzas armadas perseguir a los atacantes.

Las primeras cuatro explosiones fueron casi simultáneas y ocurrieron alrededor del mediodía (04:00 GMT). Una quinta bomba, que detonó unas dos horas después, mientras era desactivada por un escuadrón antiterrorista.

La explosión más devastadora ocurrió en uno de los vagones de un abarrotado tren de los suburbios cuando salía de una estación. Al menos 11 personas murieron y 60 resultaron heridas, dijeron las autoridades.

Otras explosiones se produjeron en un autobús público, en un parque cerca de la Embajada de Estados Unidos y en un almacén de un aeropuerto.

Dos miembros de un escuadrón antiterrorista de la policía murieron mientras desactivaban la bomba encontrada cerca de un lujoso hotel en el distrito financiero de Makati y una persona murió en la explosión del autobús.

Las autoridades investigaban la posibilidad de que las bombas fueran colocadas por el grupo separatista musulmán Abu Sayyaf, que opera principalmente en el sur del país.

Un hermano del líder de Abu Sayyaf, Khadafy Janjalani, fue arrestado en Manila a principios de esta semana después de haber sigo encontrado en posesión de drogas y armamentos.

Sin embargo, grupos comunistas han rechazado toda responsabilidad y muchos agentes de la policía han dicho que los rebeldes musulmanes no tienen la capacidad de llevar a cabo un ataque semejante.